La amenaza

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- No los esperaba hasta dentro de al menos una semana – dijo Cissy en cuanto su hijo y Hermione aparecieron en la mansión.

- Tuvimos un inconveniente llamado Astoria Greengrass – respondió Draco con enojo, Narcisa abrió los ojos grandemente.

- ¡Esa niña! Vino aquí cuando se fueron, pero créanme que no le quedaron ganas de volver – afirmó Narcisa recordando su encuentro con la joven.

- Pues no sé como, pero descubrió donde estábamos, atacó a Potter – replicó el rubio, Narcisa se alarmó – nosotros estamos bien, pero necesitamos asegurarnos de que los padres de Hermione estén a salvo – Narcisa entendió enseguida.

- Les pondré vigilancia las 24 horas del día – dijo rápidamente.

- Solo será necesario hasta que Astoria salga de Australia y vuelva a Londres – dijo Hermione por primera vez, Narcisa asintió, y fue enseguida a contactar a sus amigos y socios.

- ¿Te encuentras bien? – le preguntó Draco a Hermione una vez que estuvieron solos y vio que Hermione removía sus manos una y otra vez con nerviosismo.

- Me siento mal por haber dejado a mis padres así – dijo la castaña, Draco tomó sus manos en las suyas.

- Todo va a estar bien Granger – Draco besó su frente dulcemente – los volverás a ver pronto, créeme.

- Lo sé, pero hubiese querido que pasáramos más tiempo con ellos – replicó ella abrazándose a él.

- No creo que hubiesen querido pasar tiempo conmigo – dijo Draco haciendo que Hermione suspirara.

- Te aceptarán, solo dales tiempo – dijo Hermione intentando darle esperanzas, Draco en cambio replicó con sarcasmo.

- Si, cuando Potter muera – Hermione lo golpeó en las costillas haciendo que él se doblara de dolor.

- ¡No digas eso! – Draco se recuperó y dijo.

- Ellos quieren que me dejes por bobo Potter, según tu madre sus hijos serían hermosos, y eso es un insulto muy bajo – se llevó una mano al pecho fingiendo estar ofendido. Hermione rodó los ojos.


Estaba anocheciendo cuando llegó a la mansión, se sentía adolorida, su cuello punzaba donde las manos del rubio habían dejado marcas, entró a su hogar y todo estaba oscuro, no había ruido, y la mansión se sentía muy fría.

La chimenea estaba apagada, al igual que todas las luces, y el ambiente se sentía tenebroso, llamó a los elfos, pero no respondieron, llamó a su madre, tampoco obtuvo respuesta, subió las escaleras hacia las habitaciones, buscó en todas y no había rastro de la mujer, finalmente entró a la suya, había una vela encendida en su mesa de noche, a su lado había un pedazo de papel, se acercó a ella y lo tomó en sus manos, sin embargo, no pudo leerlo, pues en cuanto la sostuvo la vela se apagó, y unas manos le taparon la boca para que no pudiese gritar y la arrastraron en la oscuridad.


- ¿Por qué Astoria quiere separarnos? – le preguntó Hermione al rubio cuando ambos estuvieron a solas en la habitación de Draco.

- Ya te lo dije, está obsesionada conmigo – replicó el rubio acariciando los rizos de su chica, mientras ella reposaba en su pecho – Sabía que estaba enamorada de mí, a su hermana Daphne se le escapó una vez, pero yo ignoré eso, ella era una niña, supuse que se le pasaría, y así lo creí, tiempo después empezó a salir con Theo, recuerdo que él la adoraba, pero todos notaban que ella a él no – Hermione miraba a Draco fijamente mientras él hablaba – luego mi padre, y el de ella, hicieron un contrato para comprometernos a mí y a ella en matrimonio, ella dejó a Theo luego de enterarse, él me dejó de hablar casi un mes – dijo Draco recordando eso con una sonrisa nostálgica – yo nunca le di importancia, tenía 15 años, no tenía en mente ese tipo de cosas, pero ella se obsesionó con eso, y le dijo a todo el que pudo que ella se casaría con el gran Draco Malfoy, eso me costó muchas chicas – Draco volvió a reír, Hermione solo rodó los ojos – pero nunca me importó, era algo que esperaba no sucediera hasta muchos años después, luego vino la guerra, encerraron a mi padre y al de ella, y por supuesto sin ambos socios presentes el contrato estaba anulado, pero ella intentó usar una copia de dicho contrato en mi contra, solo que yo fui más rápido y me deshice del original destruyendo así todas las copias, pero jamás pensé que estuviese tan loca como para seguirme a Australia... - culminó Draco, Hermione acarició su cabeza.

En contra de lo prohibido - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora