En contra de lo prohibido - Dramione

Cabeza o Corazón

Habían pasado ya dos días desde aquel en que Draco quedo inconsciente por el fuerte dolor de su marca, no había vuelto a ocurrir y el rubio tampoco parecía preocupado por si volvía a pasar, aseguraba una y otra vez que podría soportarlo en caso de que volviera a ocurrir, pero era Hermione la que si llevaba las preocupaciones, y eso a Draco lo conmovía, ¿Quién habría dicho que Draco Malfoy iba a sentir cierta simpatía por una Sangre sucia? ¿Quién habría dicho que Hermione, alguna vez llegaría a sentir algo más que solo odio y desprecio por una persona que no hizo más que humillarla e insultarla desde el primer día en que la conoció? ¿Quién iba decir que las cosas entre estos dos enemigos iban a cambiar y que la historia daría otro giro?

Hermione cuando fue capturada y encerrada, solo podía pensar en Harry y Ron, solo pensaba en escapar de ahí y volver con ellos, volver a estar junto a Ron. Y Draco, que en ese momento solo pensaba en como torturar a la castaña, jamás pensó que alguna vez ese afán de hacerle la vida imposible a Hermione cambiaría por una necesidad de brindarle protección. Y Hermione no podía evitar querer acercarse cada vez más a Draco.

Draco se encontraba en la pequeña salita de estar de la casa, ya llevaban una semana en ese lugar y debía pensar cuál sería su siguiente escondite, no le había comentado nada a Hermione, pero el día anterior cuando miraba por la ventana de su habitación, había visto una sombra esconderse detrás de un árbol y la verdad es que eso lo alarmo, si el hechizo que escondía la casa ya no estaba funcionando entonces tendrían que irse y rápido, antes de que recibieran visitas no deseadas, en eso estaba pensando cuando Hermione bajo las escaleras, Draco la siguió con la mirada, sin embargo Hermione trato de evitar que sus ojos se encontraran, pero aun así pudo percibir claramente la inquietud de Draco y no se aguantó a preguntar.

- ¿Todo está bien? – Draco quito la vista de ella y miro hacia la ventana negándose a contestar - ¡Malfoy, no me asustes! ¿Qué pasa? – Draco suspiro y por fin respondió.

- Debemos irnos...

- ¿Qué?

- ¡Que este lugar ya no es seguro! – respondió.

- ¿Por qué lo dices? ¿Qué demonios paso? – pregunto Hermione, estaba comenzando a alterarse - ¿Paso algo en estos días que yo ignore?

- ¡No te asustes! – se levantó de un brinco y fue a donde estaba ella - ¡Ya no me confió de la protección de este lugar! Eso es todo...

- ¡Bien! ¿Vas a decirme a dónde iremos? – Draco bajo la cabeza - ¡Malfoy!

- ¡Aún no sé a dónde iremos! – respondió el - ¡Cuando te lo propones puedes ser intensa! Lo sabes ¿no?

- ¡Eres tú el que evita mis preguntas! – replico ella - ¡Dime la verdad! ¿Qué está sucediendo?

- ¡Nada... es solo que...! – Hermione reparo en el hecho de que el brazo izquierdo del rubio temblaba.

- ¡Está volviendo a pasar! ¡Te está doliendo! ¿No es cierto? – dijo señalando el brazo del rubio.

- Solo un poco, no debes preocuparte...

- ¿Y si empeora? – replico ella.

- Podre manejarlo... - respondió Draco, ella se cruzó de brazos.

- ¿Cómo estás tan seguro? ¡la última vez te desmayaste! – Draco lanzo un largo suspiro y luego la miro a los ojos, penetrando su alma con su mirada gris.

- Voy a estar bien... - susurro.

- ¡Déjame verla! – exigió ella.

- ¡Granger voy a estar bien...!