Písales la cola a las serpientes

829 64 30
                                    

Esa noche Theo volvió a su casa sintiéndose miserable, se dirigió a su bar privado y se sirvió un poco de whisky de fuego donde ahogar la pena y el asco que sentía por sí mismo, había caído en la trampa de la víbora de Astoria, todo por su debilidad hacia esa mujer desde que tenía 15 años, pero él para ella siempre había sido un instrumento para acercarse a Draco, y años después de haberlo destrozado ahora volvía descaradamente a pedirle su ayuda para quedarse con Draco.

- ¡Maldita seas Astoria Greengrass! – gritó estrellando su copa contra la chimenea del salón cuyo fuego a punto de extinguirse creció más.

Algo de suerte y consuelo para él, era que Astoria no tenía oportunidad con ese contrato en su poder, no valía nada sin la firma de Draco, y como ambos socios estaban presos en Azkaban, tampoco tenían algún poder sobre él, y una niña malcriada de 16 años no lograría nada aun consiguiendo los mejores abogados, y él nunca traicionaría a su mejor amigo por cumplir los caprichos de una tonta que en su vida ya no tenía que significar nada, porque él, nunca significó nada para ella, lo que había pasado en aquel despacho, lo tomaría como una despedida, Astoria Greengrass había muerto para él en cuanto la dejó gritándole como una loca en el despacho, reprochándole por ser un inútil que no la ayudaría en su desquiciado plan de quedarse con su rubio amigo. Theo suspiró, fue a su habitación, y sacó una caja de metal que había mantenido oculta por años, bajó de nuevo al salón de la mansión Nott, y destapó la caja, dentro, se encontraba cada carta que le escribió, y que ella desechó o devolvió, ¿Quién iba a decir que aquel muchacho tan callado, frío y sin una pisca de evidencia en su rostro de que alguna vez algo pudiese llegar a afectarle, hubiese sido un completo romántico con esa joven que sólo lo utilizó el tiempo que le fue conveniente? Pues Theodore Nott escondía muchos secretos, y uno de ellos era el interior de aquella caja, donde guardaba sus sentimientos en cada palabra que escribió, las tomó todas en sus manos y las echó al fuego, donde ardieron junto con los sentimientos de Theo hacia esa mujer, poniendo fin a su historia con ella de una vez por todas.

"Quiero que conozcas a mis amigos"

Era lo que decía en la carta que Draco acababa de enviarle, la cual Hermione miraba con ojos abiertos, "sus amigos, todos Slytherin, todos Sangre Pura, todos odian a los de mi clase..." fueron los pensamientos que invadieron a la castaña en ese momento, y las palabras de Narcisa cayeron ante ella resonando en su cabeza "No digan que no se los advertí" estaba a punto de escribirle una carta donde le diría que estaba enferma y no iría.

- ¡No Hermione! ¿Qué te sucede? – se reprochó a si misma – has soportado por años humillaciones e insultos sobre quién eres, ¿y vas a acobardarte ahora por un par de serpientes insignificantes? ¡No! ¡Por supuesto que no!

- ¿Estás hablando sola? – Hermione se sobresaltó y observó al muchacho que se encontraba frente a ella con una sonrisa burlona en su rostro.

- ¡George! – dijo agitada – Yo... eh... solo estaba...

- Hablando de que no vas a dejarte intimidar por un par de serpientes... - completó el pelirrojo, Hermione se sonrojó – debo pensar que Malfoy...

- ¡Oh no, no! – se apresuró Hermione a decir adivinando el pensamiento de George – Draco, quiere que conozca a sus amigos, y yo...

- ¿No me digas que Hermione Granger, la mejor bruja de su generación, heroína de guerra y futura ministra de magia se acobardó por conocer las amistades de su novio? – Hermione soltó una carcajada.

- ¿Ministra de magia? No exageres... - dijo como si fuese una locura, George negó con la cabeza rápidamente.

- Sé que lo serás algún día, de eso no tengo dudas... eres tan brillante que lo conseguirás y no lo cuestiones – dijo viendo que la castaña iba a protestar – eres una bruja excelente, y de mucho talento... si no es eso lo que quieres, estoy seguro que lo que sea que quieras lo conseguirás, porque para ti no hay imposibles... - Hermione volvió a sonrojarse – y ahora, volviendo al tema de las serpientes, eres Hermione Granger, hija de muggles a mucha honra porque eso jamás te impidió sobresalir en Hogwarts, y ser la mejor siempre, sobre todo que pudiste soportar insultos y humillaciones a tu persona por años sobre lo que eras, solo porque a unos imbéciles no les parecía "Correcto" que pisaras su escuela, puedes soportar a ese par de serpientes insignificantes... y yo jamás en mi sano juicio metería mis manos al fuego por Malfoy, pero si él está ahí, y realmente te quiere y valora, no dejará que te hagan algo... y en cualquier caso, te defiendes muy bien tu sola, y se las verán no solo conmigo, sino con toda mi familia, y la gente que te quiere, que es mucha... así que Hermione, levanta la cabeza y ve a encontrarte con ese par de serpientes insignificantes, que si intentan morderte, písales la cola – dijo guiñándole un ojo haciéndola reír – Ah... - dijo como si hubiese olvidado algo – mi madre me mandó a buscarte para que probaras el pastel de manzana que hizo para la merienda, y te aseguro que está delicioso – dijo con una expresión de deleite, que a Hermione le hizo reír – te están esperando abajo, piensa lo que te dije – guiñó un ojo por última vez y salió de la habitación mientras Hermione susurraba un "Gracias".

Estoy inspirada y quise aprovecharlo antes de empezar clases y que mi inspiración se vaya a la caca, así que aquí traigo un nuevo cap, muy feliz con el desarrollo de esta historia y el impacto y amor que ha tenido por todos ustedes, y bueno, ya que estamos, quiero leer más Dramiones, y no sé si podrían recomendarme algunos que ustedes hayan leído? por fis, se los agradecería mucho, sin más que decir... Hasta la próxima, besos.

En contra de lo prohibido - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora