Izune Uchiha

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Pasaron tres semanas desde que Izune y Toneri se casaron, ya habían vuelto a la casa de la señora Aino y convivían como una verdadera pareja.

Toneri, ¿tu estas cocinando algo? - pregunto la pelinegra saliendo del baño.

No, ¿por qué lo preguntas? - contestó Toneri mientras se paraba del sofá.

Me parecio oler algo de lomillo de cerdo, pensé que lo estabas haciendo tu- explicó la Uchiha cuando Toneri se acercó para secarle el cabello con una toalla.

¿Lomillo de cerdo?, yo no huelo nada- exclamó el pelo blanco mientras olfateaba.

¿Como no?- dijo Izune- no sientes el aroma.

No, ¿estas segura?

Quizás estés resfriado, porque el olor es algo fuerte- argumento la ojiverde restandole importancia.

Tu cabello es tan suave- comento Toneri mientras lo acariciaba y cepillaba.

Me lo dices todos los días- respondió la Uchiha con una sonrisa.

Pero no me canso de decírtelo, eres humanamente perfecta-alago y luego le hizo algo de cosquillas a Izune.

Ay para jajaja- dijo entre risas tratando de detener a su esposo.

Me encanta cuando sonries- confesó el otsutsuki para después depositar un beso en los labios de la chica.

Toneri... - llamo Izune haciendo que la atención del susodicho se centrará en sus palabras-he estado pensando, en...

En Konoha ¿verdad? - completo el peliblanco. Izune miró hacia el piso con una mirada pensativa- ¿quieres volver?

No lo sé, me encantaría poder decirle a Sasuke y a Sakura que me case contigo, y estar en Konoha, pero con esto de que Code ande suelto, la aldea será su blanco, si vamos allá algo es seguro, nos tocará defender la aldea.

¿Quieres que destruyan la aldea? - pregunto Toneri mientras se sentaba al lado de la pelinegra.

Claro que no, quizás esto suene egoísta pero... quiere vivir en paz, contigo, y en estos momentos, en Konoha no encontraremos esa paz, me encanta vivir aquí, somos una pareja común y corriente de esposos con una vida muy ordinaria.- explicó Izune mientras sonreía.

Ignorando que seas el ser humano más poderoso que exista- añadió el peliblanco entre risas.

Entonces no lo se, ¿tu que dices? - la Uchiha le pidió la opinión.

Pues, yo seré feliz donde tu estés feliz, no importa si es aquí, en Konoha, o en otro planeta- terminó con un beso en los labios. - no te preocupes tanto por eso, Sasuke y Naruto son los que tienen el deber de proteger la aldea.

Y la vez pasada que lo hicieron, uno perdió el Rinnegan y el otro al Kyubi- comentó angustiada.

Si necesitarán tu ayuda, ya nos habrían buscado, además, como tu lo has dicho, somos una pareja de recién casados, se supone que debemos disfrutar en vez de preocuparnos por cosas que todavía no han pasado.

Tienes razón- confirmó la Uchiha mirándolo a los ojos.

Bien, ahora prepárate porque saldremos a comer- dijo emocionado Toneri sorprendiendo a la ojiverde,quien lo miró arqueado una ceja- te estoy invitando a cenar-aclaró.

¿Acaso estamos celebrando algo?, ¡¿no me digas que ya tenemos un mes de casados!? - exclamó preocupada la pelinegra.

No, pero si estamos celebrando algo.

¿Que cosa? - cuestiono la chica algo desorientada.

Estamos celebrando que te amo- añadió Toneri besando de nuevo los labios de Izune, que después de un rato de contacto visual se sonrojo de sobremanera.

Ya deja de hacer eso-exclamó Izune poniéndose de pie causando risas en su esposo.

Te ves mucho más hermosa cuando estas sonrojada - afirmó el peliblanco dándole un beso en la frente.- alistate, pero no tanto, se te quedarán viendo de más.

Jajajajaja-se río la ojiverde ante el pedido de Toneri.

Habló en serio, no soportaría la idea de que me quiten a mi esposa- añadió el peliblanco asomándose a la puerta.

Admitelo, siempre quisiste decir eso- se burlo Izune.

Si (　･ω･)☞
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Izune y Toneri ya estaban regresando de su cena, entre muchas risas y recuerdos, parecían dos niños enamorados, viviendo lo que les había sido negado hace tiempo, ignorando completamente el peligro que acechaba en las sombras de los árboles.

Aquel chico no dejó de verte en el restaurante ni por un segundo- bufó molesto el otsutsuki.

Pero ¿cual es el problema?,estoy casada contigo, no con el chico que me vio- tranquilizo la pelinegra tratando de contener los celos de su esposo.

Tienes razón, además, yo también me quedaría viéndote como un idiota si apareces así- acortejo el peliblanco mientras llegaban a la casa.

Ya llegaron-dio la bienvenida Natsuki y Haruka al verlos cruzar la puerta- ¿que tal les fue?

Bien, la comida estaba realmente deliciosa, es una lastima que no me la pudiera acabar- se lamento Izune.

¿Pero porque?- pregunto Haruka algo confundido.

Senti una molestia en la garganta, pero ya desapareció– alivio la pelinegra enseguida.

Bien, nos despedimos, buenas noches– secundo Toneri mientras abrazaba a Izune y subían a la segunda planta, su casa.

Muchas gracias por esta sorpresa Toneri– dijo la Uchiha mientras entraba a la habitación.

Todo con tal de que estés feliz– respondió el peliblanco con una sonrisa mientras se sentaba en la cama

Izune se paro al lado de la puerta al balcón, la brisa nocturna movía algunos de sus cabellos mientras sus ojos verdes estaban dirigidos al cielo.

Toneri se  paro y abrazo a la chica por detrás, depositando un beso en su hombro y apoyando su rostro en este.

Partiremos en una semana– ordenó la Uchiha y el peliblanco la miro extrañado por su repentina decisión.–solo quiero saber que todo esta bien allá.

No estoy en contra, pero no fue lo que acordamos esta mañana.

No es obligación, solo te estoy diciendo lo que voy a hacer– secundo la ojiverde con una voz muy calmada.

Haré lo que tu hagas– termino el peliblanco y le dio un beso en los labios.
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Izune!– exclamó Natsuki mientras corría por los pasillos detrás de la sombra de la susodicha, hasta llegar al baño donde se quedó en el marco de la puerta.

Estaba aterrada, ambas estaban cocinando mientras Toneri y Haruka habían salido a ayudar a la abuela Aino a traer unas cosas, pero de repente Izune corrió desenfrenadamente hasta llegar ahí, donde se encontraba de cuclillas junto a la taza del baño, apoyada en la pared mientras trataba de regular su respiración.

Te traeré agua– dijo Natsuki y enseguida fue a conseguirla, Izune estaba atónita, jamás había sentido tantas ganas de vómitar, ¿alguna enfermedad? ¿Algo le había caído mal?, no sabía exactamente qué, la imagen de la pelimarron ofreciéndole un vaso con agua fue lo único que tenía claro.

No le digas esto a Toneri– fue lo único que vocalizo la Uchiha, aunque a la otra le parecía extraña esta petición, decidió no hacer preguntas y sólo asentir con la cabeza.

Ambas se pusieron de pie y continuaron como si no hubiera pasado nada.