LLEGAMOS

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¿Que haces aquí? — cuestiono algo fastidiada por la presencia de zetsu, pues si, era su hermano, pero este era uno de esos momentos en los que quería estar sola y pensar que haría con su vida a partir de ahora.

No es la bienvenida que esperaba, estar con ese Ootsutsuki te ha cambiado –espeto zetsu mientras bajaba de las ramas del árbol y quedó frente a la Uchiha.

Te agradecería que no lo menciones, me estresa el pensar que haré con el—pidió Izune de la manera más amable que pudo, pero sus genes no le ayudaban en absoluto.

Hablas de él como si fuera una carga, pero en realidad no lo es, que extraña eres— carcajeo el chico planta sentándose del otro lado del árbol.

A veces siento que lo mejor habría sido no conocerlo, de esa manera no estaría así ahora— suspiro pesadamente la ojiverde cerrando suavemente los ojos

¿Así como? — pregunto confundido por las palabras de su hermana.

No lo sé, pero se siente como si hubieran mil mariposas en mi estómago, volando sin parar — trato de explicar Izune peor su respuesta confundió aún más a zetsu.

Debe ser indigestión, ¿Acaso trato de envenenar te? — pregunto preocupado y dispuesto a matar al Ootsutsuki.

Eres un estúpido — regaño la oelinegra poniéndose de pie y caminando hasta dentrarse el en bosque.

De repente la apariencia de zetsu desapareció y se descubrió que en realidad se trataba de un jutsu de transformación que Toneri había utilizado

Mariposas ¿Eh? — musito alegre el Ootsutsuki después de escuchar las palabras de Izune — creo que vamos por buen camino.

Pasaron algunos días después de aquel incidente, entre fogatas, campamentos improvisados y noches de desvelo por fin pudieron llegar a su destino, la aldea de la luz, a comparación con Konoha era más pequeña y en su entrada no había seguridad de ningún tipo, las personas podían entrar y salir a su gusto, era algo inusual para alguien que creció rodeada de guerra y traición, por dentro la villa era muy pintoresca, repleta de tiendas, la Uchiha se la paso buscando algún shinobi, sin exito, solo eran personas comunes haciendo trabajos comunes, tal vez lo que su madre le había dicho sobre esta aldea era cierto "es un lugar tan apartado que no necesita de ninjas", mientras tanto el Ootsutsuki no le presta a mucha atención a su alrededor, sino a Izune como ya se le había hecho costumbre, sortear se una palabra entre ellos se había vuelto incómodo, durante el viaje trataron de mantener la mayor distancia posible, aunque claro eso no significaba que el peliblanco no la protegiera, de algún modo.

Sus mentes se vieron atacadas por fuertes gritos provenientes de una calle cercana, su instinto los hizo correr hasta el origen del alboroto encontrándose con un grupo de maleantes atacando a un señor.

Se supone que hoy nos pagaría todo, no habían más excusas— grito molesto un hombre de gran musculatura mientras alzaba dle cuello a un hombre.

Lo siento.... Utilize todo el dinero para ayudar a mi hija en el hospital — dijo abrupto el hombre mientras trataba de zafarse del agarre.

Siempre es lo mismo con esta gente, sino quieren más muertos, solo paguen lo que deben — exclamó otro integrante de la banda criminal.

Izune no pensó mucho, su cuerpo se movió inconscientemente hacia donde estaban aquellos malhechores quedando frente a ellos.

¿Quién eres tu?, tu cara no se me hace conocida —pregunto una de las criminales acercándose con un arma a la pelinegra.

Me llamo Izune— contestó cortante la Uchiha.

Izune UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora