Llegamos.

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En serio quieres que te responda— el Ōotsutsuki sonrió un poco— lo que quiero decir.....en realidad deseas saberlo, verás, te quiero a ti.

¿Eh?— Murmuró Izune perpleja ante esas palabras.

Ya me escuchaste, te quiero a ti.

¿Y esperas que crea eso?— reclamo la pelinegra alejándose de él y cruzando los brazos.

Querías la verdad y ya te la di, si no me quieres creer, es tu problema— respondió el peliblanco con una divertida sonrisa.

La Uchiha frunció el entrecejo para después voltear y seguir caminando.

Si me sigues, te voy a matar— continuo amenazando la ojiverde para evitar que el dejará de seguirla

No, no eres capaz— contesto Toneri totalmente tranquilo.

¿Quien eres tu para decirme de que soy o no capaz?, Si quisiera matarte ahora mismo— Izune saco un kunai y lo lanzó en dirección a el— lo haría sin problemas.

Eso dolió un poco— se quejo Toneri sacando el kunai que estaba clavado en su mano— ¿Por qué no me diste en algún punto vital?.

Porque sería muy aburrido matarte de esa manera, si mueres, preferiría disfrutarlo— estás palabras sirvieron para atemorizar al Ōotsutsuki.

El resto de camino fue en total silencio, llegaron hasta una posada y decidieron pasar la noche ahí, ya que dormir a la interperie sería algo pesado, aunque las habitaciones eran algo caras, a Izune no le importaba, le alcanzaba con el sueldo que recibía a pesar de casi no tener misiones, después de todo, se lo deben, algo era seguro, debía alquilar dos habitaciones diferentes, odiaria pasar más tiempo del debido junto a Toneri.

Y aunque el Ōotsutsuki no le gustaba la idea de dormir separados sabía que si estaba junto a ella en una cama no podría controlar sus deseos carnales, y hacerla enfadar más es lo último que el quería en estos momentos.

A pesar de desearse tanto el uno del otro, algo había que entender, Izune no quiere salir lastimada de nuevo, así que haría lo que fuese necesario para evitarlo, y si eso implicaba ser infeliz alejada del amor de su vida, que así sea...

Pero a pesar de estar separados por una pared, sus almas rogaban estar unidas, podían sentir la presencia del otro en sus mentes a cada segundo, y aunque los cuartos eran muy cómodos, ninguno logro conciliar el sueño por el pensamiento de "¿Y ahora que?".

Aunque a diferencia de la Uchiha que se encontraba resignada, el peliblanco no se daría por vencido, no tan fácil, salió de su habitación y llegó al balcón de la alcoba de Izune, las ventanas estaban cerradas y también las cortinas imposibilitado su visión.

Aquel silencio en la habitación de la pelinegra fue interrumpido por el sonido de las ventanas, al voltear a verlas pudo divisar una sombra, se levantó de golpe y busco algunos kunais que tenía guardados en su mochila y se acercó levemente para abrir un poco las cortinas para ver quién estaba del otro lado.

Carajo, ¿Que hace aquí a estás horas?— pensó la ojiverde a punto de abrir la ventana.— ¿Que quieres?.

Por un momento creí que estabas realmente dormida— dijo el Ōotsutsuki entrando a la habitación.

¿Que es lo que necesitas?, Por si no lo has notado es de madrugada— volvió a cuestionar la Uchiha.

Te quiero y te necesito, y si, se muy bien que es algo tarde, la luna está en su punto más alto— expreso mientras señalaba el cielo.

Deja de decir estupideces, mañana nos iremos a primera hora y necesitamos descansar, te recomiendo que duermas lo más que puedas— hablo Izune mientras volteaba para quedar frente a frente con el peliblanco.

Podría decir lo mismo, después de todo, no parece que estuvieras dormida antes de que llegara— se burló Toneri viéndola a los ojos, aunque de un momento a otro sus labios ya estaban sobre los de ella, fue algo repentino, era como si su cuerpo se moviera solo, pero no podía negar que se sentía muy bien, aunque al principio ella estaba sorprendida no tardó en corresponder.

Podría decir lo mismo, después de todo, no parece que estuvieras dormida antes de que llegara— se burló Toneri viéndola a los ojos, aunque de un momento a otro sus labios ya estaban sobre los de ella, fue algo repentino, era como si su cuerpo se m...

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Fue cuestión de tiempo para que se quedarán sin oxígeno y fueran obligados a separarse, sus brillantes ojos verdes se clavaron en los suyos, era algo raro, frialdad e inocencia juntas en su mirada.

Pero en segundos su mirada cambio a una de confusión, ¿Que acababa de pasar?.

Y....yo no....— tartamudeaba nerviosa la pelinegra mientras miraba al suelo— esto es.....un grave error....lo siento— fue lo último que dijo para salir corriendo y saltar por la ventana para alejarse de ahí.

Maldita sea— susurro el Ōotsutsuki mientras golpeaba la pared, talvez se había apresurado demasiado.

¿Que carajos Izune?, ¿En que carajos estabas pensando?— pensaba la Uchiha para sus adentro mientras corría, hasta que se detuvo para retomar el aire y pensar un poco— ¿Por que hice eso?, No debí besarlo....no ahora— ella se sentó y se apoyo en un tronco para tranquilizarse— es la primera vez que beso a alguien, quizás fue muy grosero salir corriendo, no, fue muy grosero haberlo besado sin saber realmente lo que quiero, solo quiero estar tranquila, ¿Por qué siempre tiene que pasar algo que me lo impide?...

Izune UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora