Querido, Caleb:
Tu ventana cerrada, hace más de una semana.
No te he visto más.
Tus ojos azules me persiguen.
¿Te ha pasado algo?
Quiero ir a verte.
Pero ¿Para qué?
Quizá me tomes por loca
Tu vida tan perfecta siempre ha sido.
No debería entrometerme.¿Quien soy yo?
Pero más importante.
¿Quien eres tu?

ESTÁS LEYENDO
Dear, Caleb.
Художественная прозаQuerido, Caleb. Así empiezan las cartas, para el chico de los cigarrillos, ese que rara vez sonreía, el que a un lado de mi ventana siempre se encontraba, pero en algunas madrugadas escapaba de casa, por supuesto, yo rara vez sabía donde estaba, y m...