Querido, Caleb:
Eres tan palido, y tus ojos son tan azules
Tantos lunares que asemejan diamantes
Te amo, mas que ayer
Y se que no estas bien
Pero ¿Que puedo yo hacer?
Si me ignoras
Me rechazas
Y me haces amarte con cada pieza de este rompecabezas
No se donde estas la mayoria del tiempo
Ni con quien estas
Ya que a la ventana no te asomas ya
Y quiza ya no deberia
Importarme más.
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Dear, Caleb.
Ficción GeneralQuerido, Caleb. Así empiezan las cartas, para el chico de los cigarrillos, ese que rara vez sonreía, el que a un lado de mi ventana siempre se encontraba, pero en algunas madrugadas escapaba de casa, por supuesto, yo rara vez sabía donde estaba, y m...