Trigésima séptima carta:

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Querido, Caleb:

Me he dado cuenta que la verdad es tan relativa

Y las mentiras que suelen ser la realidad dura y vacía

En estos momentos de cordura

Que a mi lado disfrutas

Todo tiene sentido ahora

La vida tiene rumbo, y deslumbro

Como amas hablarme

De ese que se ha vuelto tu único mundo

Nos alejamos de los impuros, volvemos antes de que el sol salga

A tomar su lugar allá arriba donde reina

Así pasaron tantas medianoches

Tantas madrugadas

Y tantos amaneceres

Caminaba, y sentía que podía cruzar el mar entero

Corría y sentía que podía repetir el movimiento

No había defectos

Era un cuento perfecto

El hecho es que por un instante entré en razón 

Como dos piezas que encajan que encuentran su complemento

Esa vez, antes de que nos descubriesen

Estoy hablando de apenas ayer, pero es como si del pasado relatase 

Lloraste

Y si por lo menos un segundo

Te vieras a través de mis ojos

En mi cuerpo sintieras lo que me provocas

La inspiración que me evocas

Con sed de abrazarte vivirías

Tal como yo por el resto de mis días

Saludas desde tu ventana

Yo sonrío desde la mía

Pero tengo miedo

Quien nos culpa de querer querernos

Cuando probablemente no volvamos a vernos

Y es cuando escucho los golpes

Vienen en conjunto con miles de sermones

Otra vez no puedo hacer nada

No hasta que huyamos juntos

Cuando por fin se marche la cobardía del cielo nocturno.






Dear, Caleb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora