Querido, Caleb:
Todos llaman a mi nombre
Como si de un halago se tratase
Escucho las voces que lo dicen sin parar
Y no tienen manera de parar
Un poco paranoica
Tomando decisiones ilógicas
Sigo tu camino
Soy testigo de todos tus delirios
Antes culpaba a la cólera que se hacia una con mi inspiración
Y mi no mencionada afición por el vino
He estado asfixiada
Encerrada
Tantos días
Tantas noches
A oscuras
Perdiéndome en mis propios ¡Gritos!
Claramente no tengo ni la menor idea de porque te escribo mis problemas
¡Emocionales!
Pero hoy, cuando todos dormían
Y nadie en la calle escuchaba tu risa
Yo si lo hacía
Fuimos a lo que era una cabaña
Pintada y muy bien cuidada
Dijiste algo de tus abuelos
¿Lo siento? Estaba perdida en los dibujos que cuelgan
En los troncos mas estrechos
Impresionantes
Como la gran mayoría de cosas que haces
Accediste a dibujarme
Y cuando de color me llenabas
Mire sin precaución tus moretones
Cicatrices y raspones
Supe de inmediato que la violencia no cesaba
Te abrace como si fuese a hacerlo por última vez
Quien sabe las vueltas que da nuestro ayer
Creo que tú no has de saber
Sin luces que ver
Lamento haber empezado a llorar
No me pude contener más
Lo siento
Es que el sentimentalismo me invadió
Si seré tu novia
Hoy, mañana y a todas horas
Masoquismo, dirán
Y comentaran las malas lenguas
He leído varios libros
Donde le hacen mención a los actos de valentía
A favor de erradicar lo obvio, la cobardía
Se sacrifican, por todos los que aman y valoran
He leído tanto, que me he fundido en páginas, palabras y tinta
Derramada por ajenos
Por eso pienso en ti cada fracción de mili segundos que transcurren
Hasta que pueda volverte a mirar
Esto no quiere decir que no me duela
Que de esto me arrepienta cada insomnio
Cada corte, cada gota que cae de mi piel
Indicándome que ya es suficiente
Que me voy a volver una demente
Diviso al que obligadamente tengo que llamar hogar
Mamá nunca esta, y cuando lo hace llega a reclamar
Detesto mi realidad daría todo por escapar ya
Esperar
Bajo mi almohada, otro sobre
Lista de medicamentos y varios tachones
Vaya, pensé que más aprecio te tenías
Solo a ti se te ocurriría
Te lo celebro, Caleb
Si querías que te atragantara de pastillas como ella
Haberlo dicho desde un principio
Te mantendría tranquilo
Sin tanto lío
Pero adivina que
Yo nunca pienso lo que hago
Nunca hago lo que digo
Nunca digo lo que pienso
Te veré después, Caleb
Ah
Y tampoco respondas esta carta
Sé que le restas demasiada importancia
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Dear, Caleb.
General FictionQuerido, Caleb. Así empiezan las cartas, para el chico de los cigarrillos, ese que rara vez sonreía, el que a un lado de mi ventana siempre se encontraba, pero en algunas madrugadas escapaba de casa, por supuesto, yo rara vez sabía donde estaba, y m...