Querido Caleb:
Del hospital has vuelto.
Y solo escucho resonar varios golpes secos.
Con paso lento sales de tu casa.
Dejando un rastro.
Y tambaleando.
Me preocupe, al ver
De cerca, el rastro era de nada mas y nada menos
Que de sangre..
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Dear, Caleb.
General FictionQuerido, Caleb. Así empiezan las cartas, para el chico de los cigarrillos, ese que rara vez sonreía, el que a un lado de mi ventana siempre se encontraba, pero en algunas madrugadas escapaba de casa, por supuesto, yo rara vez sabía donde estaba, y m...
