Querido, Caleb:
Ella esta allá, aun cuando yo estoy aquí.
Pero ya es medianoche y ella se ha ido
Y cuando escucho gritos, que traspasan mi ventana
Muchos golpes secos que me sobresaltan
Y mi estúpida necesidad de asomarme a ver que pasa
Caleb, apareciste tocando mi puerta.
ESTÁS LEYENDO
Dear, Caleb.
General FictionQuerido, Caleb. Así empiezan las cartas, para el chico de los cigarrillos, ese que rara vez sonreía, el que a un lado de mi ventana siempre se encontraba, pero en algunas madrugadas escapaba de casa, por supuesto, yo rara vez sabía donde estaba, y m...