Querido, Caleb:
¿Qué estoy haciendo con mi maldita vida?
Tenía sueños, metas incluso planes para marcharme de esta ciudad de imbéciles
Y ahora solo eres tú, y una mano que se entrelaza con la mía en varias oportunidades
No es que me arrepienta, de nada, ni siquiera de lo que hecho por ti
En lo absoluto, he llegado a pensar
Que cada día que pasa te quiero [extraño] más
Veo mi nombre salir de tus labios, y me regocijo con la sensación
A la luz de la luna y algunas velas, cometemos alguna que otra infracción
Enciendes lo que sería tu séptimo cigarrillo
Y me dices que solo es temporal, que de verdad quieres que seamos más que amigos
Solo me limito a observarte
Y a cada uno de tus magníficos detalles
No sé que sería de mi, digo eso de perderme sin que me encuentres
Eso de intentar irme, y que me traigas de vuelta a donde pertenezco
Básicamente eso sucede
Cuando el sol aparece
Y tenemos que tomar caminos distintos
Hacer como si no nos conociéramos
Porque eso quieres tú
Y eso acepto yo
Mentirnos así si quieres
¡Eso es todo lo que eres!
Una farsa
Y en eso me has convertido también
Te quiero tanto que no se quien soy
Cuando viniste por mí te lo dije
Solo te reíste
Por supuesto, como no me lo imagine
¿Pobre niña tonta?
Pero no, no fue así del todo
Me abrazaste tan fuerte
Que me preocupe
Quizá, te cortaste con uno que otro cristal roto que llevo encima
Me lo han dicho todos
Y por todos me refiero a mis voces
Suelen ser tentaciones
Exclaman que te has llevado mi conciencia
Y con ella se fue mi inocencia
Me privas de pensamientos y de mi preciado sueño
No logro dormir, comer incluso escribir
Si tú no aclaras nuestra situación
Creo que desfalleceré de melancolía
Mientras escucho nuestra canción
Dando
Y perdiendo tanto
Oh por dios, Caleb
¿A que estas jugando?
¿Qué estas esperando?
Dime de ya
Si es que me vas a matar
Porque si es así, estoy dispuesta a morir
Ipso facto
![](https://img.wattpad.com/cover/36791204-288-k417885.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dear, Caleb.
Ficción GeneralQuerido, Caleb. Así empiezan las cartas, para el chico de los cigarrillos, ese que rara vez sonreía, el que a un lado de mi ventana siempre se encontraba, pero en algunas madrugadas escapaba de casa, por supuesto, yo rara vez sabía donde estaba, y m...