XXI

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-¿Estás bien? -Rose rompe el silencio. El rostro demacrado de Juleka la preocupa bastante, «¿Habrá estado así por mi?» Se pregunta y un sentimiento de culpabilidad la invade.

-Si -Juleka se permite ver a la rubia, tampoco esta en su mejor momento, está pálida y un poco más delgada, sin embargo, el tinte rosado en sus mejillas no se borra- ¿Y tú?

La menor sonríe y asiente con la cabeza, no dejando del todo satisfecha a la contraria.

•Rose•

¿Debería de preguntar de nuevo sobre la razón que la llevo a alejarse de mi? Una parte de mi sigue creyendo que es porqué gusta de Ali, pero me niego a creer que es eso.

-Te veo pensativa, ¿En qué piensas? -Asi que Juleka estuvo viéndome todo el tiempo, no me incómoda pero por alguna razón está vez parece hacerlo de una manera diferente, ¿Celos de que Ali este conmigo y no con ella? Niego con la cabeza y ella ríe- Hoy es un día triste, ¿No?

-¿Por qué?

-No lo sé, tu habitación es triste, y el clima también, muchas nubes y truenos pero sin ninguna gota de agua, como si estuvieran aguantando muchos problemas dentro suyo.

Miro por la ventana, y ella tiene razón. La observo, tiene la mirada fija en las nubes, con el ceño fruncido y un destello en sus ojos.

-¿Qué tal con esa chica... Fei?

Parece que mi pregunta la toma desprevenida porque da un respingo y me mira.

-B...bien, nos estamos volviendo buenas amigas, es una buena chica -Dice y un sonrojo cubre sus mejillas. No puedo evitar sentir una punzada en el pecho, lo ignoro.

-Me alegro.

Un denso silencio cae sobre nosotras de nuevo, y me remuevo, incómoda, en la camilla, ¿Por qué vino a visitarme? Es una pregunta un poco tonta, tengo esperanza de que sea porque se preocupa por mi, cuando lo hace mi corazón late rápido y una felicidad inmensa me atraviesa. Me gustaría contarle todo lo que pienso ahora, sobre de si gusta de mi novio, o que cada día que pasa el futuro me aterra más.
Pero, por esta vez, lo dejaré pasar. Nos observamos a los ojos, puedo seguir viendo un pequeño brillo en sus orbes, noto su mirada recorrer desde mis ojos hasta mis labios, y quedarse suspendidos unos segundos en mi boca, ¿Qué quiere decir?

-¿Tengo algo? -Toco mis labios con las yemas de mis dedos. Ella abre los ojos en grande y salta para atrás, cayéndose de la camilla.

-¡NO! -Grita y se levanta rápidamente-O sea, no tienes nada, no, pero yo solo los veía... porque, están rotos y un poco secos, s...se nota, yo lo noto ¿Ali lo notará cuando te besa? Creo que debería preguntarle cómo se sentirá besar esos labios.

Se queda en silencio mirando al suelo y mi cabeza no para de funcionar, a veces no la entiendo, pero inconscientemente mis labios se curvan hacia arriba.
Ella parece darse cuenta de lo que dijo y me vuelve a mirar, con terror en sus ojos.

-¡Lo que quiero decir, es que deberías cuidarlos! No que quiera besar tus labios, aunque técnicamente nunca dije eso, ¿Lo dije? No, seguro que no... -Suspira y saca de la pequeña bolsa que tiene colgada, un pequeño protector labial. Me lo entrega, claro, ahora seguramente no va a ser como la vez que me lo puso ella, eso se había sentido bien.

-¿Me quieres poner tú?

Ella se paraliza y vacila un poco antes de volver a sentarse en la camilla, solo que un poco más cerca de mi.

•Juleka•

Puedo observar más de cerca su rostro, tan cerca que su respiración choca con mi cara, huele a galletas y su perfume a durazno, me comienzo a marear ¿El olor a galletas, serán de las que están en la mesa?
No se siente como la otra vez, se siente menos cómodo. Como si todo el momento fuera estropeado por algo de lo que debemos de hablar pero ninguna se anima a hacerlo.

ES UN MAL SUEÑO • JuleRoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora