𝐭 𝐫 𝐞 𝐜 𝐞

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- lamento mucho el que hayas tenido que aguantar a esos idiotas

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- lamento mucho el que hayas tenido que aguantar a esos idiotas. - dice mientras llegábamos a nuestro piso. - no suelen ser así siempre.

- supongo que mi disfraz fue bastante provocador para caer en una serie de malos chistes. - dije apenada y voltee a verlo. - pero gracias por traerme, en serio lo aprecio.

- así podrías odiarme menos.

- quizás.- dije mientras buscaba de mis llaves pero no estaban en mi bolso. Demonios. - las dejé en la entrada de la casa de la fiesta.

- oh... um... ¿quieres regresar por ellas?

- no quiero ir ahí de nuevo, no. - dije cruzándome de brazos. - ¿podrías ir tu por las llaves?

- si voy, tendría que quedarme ahí y por lo tanto no podría regresártelas. - puse los ojos en blanco. - ven a mi casa un rato y le marcaré a un amigo para que las traiga.

- gracias. - dije y este abre la puerta de su casa para que yo pueda entrar. Era extraño estar de vuelta aquí. La primera vez fue por colada y la segunda porque le pedí literalmente el que me prestara su casa. Ahora, es porque soy una tonta que perdió sus llaves. 

- esto es lo que haremos, tu tendrás tu oportunidad de oro de ir a mi armario y tomar lo que quieras de ropa, incluyendo ese saco que querías robarte y yo llamo a la casa de Robert para que busquen tus llaves.

- acepto la ropa con gusto pero no voy a robarme nada. - dije molesta. - ¡olvida eso ya!

- no, es divertido recordártelo. Lo siento. - el me sonríe y yo de nuevo haciendo los ojos en blanco, voy a su habitación. 

No se en que momento obtuve tanta confianza pero no me sentí en lo absoluto como una extraña y fui directo a su armario. No, no iba a tomar ese tonto abrigo. Solo tomé una camisa grande para que pudiera cubrirme lo suficiente y dejar las tontas medias color rojo de lado. No volvería sentirme cómoda con un disfraz después de hoy. 

Salí del armario, e iba de nuevo para la sala de estar, cuando me detengo a ver las pinturas que el tenía en su pared. Eran preciosas, y de uno de mis pintores favoritos. Me senté en la cama para poder tomarles foto. Quiero decir ¿qué tal si esta es una pintura oficial y no lo sé? Se trata de la habitación de un famoso y es claro que tienen el dinero suficiente como para tener pinturas originales. 

Voltee a ver a su buró, el cual estaba a un lado de su cama y en el se encontraba un libro. En el otro lado de la cama, había un libreto y lentes para leer. Me empecé a preguntar que tan diferente era la vida de Andrew, y que tan mejor es que la de cualquier mortal. 

- okay tengo buenas y malas noticias. - el dice mientras entra a la habitación y se sienta a un lado mío. Pero antes de hablar, nota que traigo la camisa. - okay, te ves linda.

- tomé esto porque era lo mas cómodo y holgado. - el me sonríe. - dame las noticias.

- okay, la mala es que tus llaves no aparecieron. Literalmente no están por ningún lado. - en cuanto dice eso, me preocupé demasiado. ¿Qué iba a hacer? Tengo que aparecer en la mañana para encontrarme con mis jefes. Al menos en la tarde para ir por Richard al colegio. 

𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘𝐏𝐈𝐄 - 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐰 𝐆𝐚𝐫𝐟𝐢𝐞𝐥𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora