Andrea se muda a Nueva York con la esperanza de poder empezar sus estudios junto con sus amigas. Sin tener la mas grande cantidad de dinero, ella acude a trabajar de niñera. Pero no contaba con que en ese mismo edificio donde ella vive, se encontrar...
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- buenos días Andrea. - me dice la madre de Richard, mejor conocida como mi jefa. Quien me encontró desayunando en la mañana un poco de pan tostado con mantequilla de maní. Era en lo que me iba a la universidad. - solo quería contentarte que Richard no puede comer ese tipo de cosas. Si quieres tú si pero... el no.
- de acuerdo, se lo prometo. - dije nerviosa y bajé el pan para regresarlo al plato. - lo siento, es lo más rápido que puedo desayunar porque ya voy de salida.
- no, no hay problema en serio. Solo es que trato de darle una dieta estricta a mi hijo sin tanta azúcar. - asentí con la cabeza. - ¿tienes alguna otra pregunta?
- a decir verdad... si. - recordé lo que Andrew me había comentado ayer respecto a no tener pareja y tenía que preguntarlo. - ¿tengo prohibido salir con alguien?
- y veo que ya te comunicaste con Andrew. - Ella ríe y toma de sus llaves y bolso para prepararse para irse. Yo la sigo, porque por igual voy de salida y llevo mi pan en la mano. - si, es verdad. No te lo comenté el primer día porque supuse que no aceptarías pero... es cierto.
- ¿puedo preguntar por qué? - dije cuando salimos de su casa y esperábamos el ascensor. Ella me voltea a ver amenazante. - no crea que esto vaya a hacer que yo no quiera seguir trabajando aquí. No tengo interés en salir con nadie. - creo.
- porque sino te vas a distraer y no vas a poder cumplir con Richard. Créeme, me ha pasado con cinco niñeras diferente... no quiero que vuelva a suceder, tú vida personal va bastante aparte de tu trabajo.
- ¿eso significa que puedo verme con amigos y todo eso mientras no sea en mi horario de trabajo? - Ella asiente con la cabeza. - de acuerdo. Y respecto a Andrew, no se preocupe. No me interesa en lo absoluto. No es mi tipo.
- ¡hey esas son buenas noticias! - demonios, cerré los ojos en el momento en el que lo escuché. Coloca su brazo derecho alrededor de mis hombros. - a mi tampoco me interesa su niñera, señora Brown. Es odiosa, grosera y tiene un temperamento bastante fuerte. Y tampoco es mi tipo. - dice volteando a verme y me analiza con la mirada. Levanta de mi fleco y ladea la cabeza. - si, así es, confirmo. No es mi tipo. - Lo miré molesta.
- vamos Andrew, sabes a qué mi no me tienes que convencer, sino a mi esposo. - Ella dice mientras se coloca sus anteojos y se sube al elevador. - pasas por Richard a las cuatro de la tarde y lo llevas a su clase de esgrima.
- si señora. - dije y ella se va. El ascensor se cierra y aprovecho para quitarme de encima a Andrew. - ya voy de salida.
- cierto, recuerdo que tu ya no ocupas que te lleve a la universidad porque ya tienes a tu chico para que lo haga. Pero pronto vas a tener que ocupar un favor... y cuando sea así, yo podré pedirte tu ayuda para convencer a tu jefe de que trabaje conmigo.
- primero que nada, ya te dije que no es mi novio. Apenas lo conocí ayer y es tan amable y lindo que se ofreció a ayudarme.
