La Chica De Ravenclaw - Fred Weasley. [TERMINADA]

22. Bromas Con Fred.

Es la hora del desayuno, Harry me comentó sobre una carta en la que Percy Weasley decía que está mañana deberíamos de leer El Profeta y por ende me senté en la mesa de Gryffindor porque Hermione siempre recibe una copia. Me senté entre Harry y Hermione, en frente estaban los gemelos y Ron. Hermione soltó un grito ahogado al leer el titular y puso el periódico sobre la mesa para enseñarnos a todos una gran fotografía de la profesora Dolores Umbridge que lucía una amplia sonrisa en los labios y pestañeaba lentamente bajo el siguiente titular:

EL MINISTERIO EMPRENDE LA REFORMA EDUCATIVA Y NOMBRA A DOLORES UMBRIDGE PRIMERA SUMA INQUISIDORA 

- ¿La profesora Umbridge «Suma Inquisidora»? -repitió Harry, desconcertado. La tostada que estaba comiendo se le cayó de los dedos -. ¿Qué significa eso?

Varios alumnos de Hufflepuff y Ravenclaw se acercaron también a ver el periódico, un murmullo de cuestionamientos se levantó a lo largo de las mesas de las casas. Hermione tomó de nuevo el periódico y comenzó a leer el artículo, todos al rededor prestaban una especial atención a las palabras de la castaña.

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Esa misma tarde, cuando las clases ya habían acabado, estaba con los gemelos Weasley en la biblioteca ayudándolos con una tarea extra de astronomía (les fue asignada por faltar las últimas dos clases, según me había explicado George).

—Es increíble los temas enseñados en séptimo año. —comenté leyendo uno de sus libros.

—"Definir el concepto de «astronomía» y sus principales ramas de estudio" —leyó Fred en voz alta—.

—Bien, es fácil. —comenté buscando la respuesta en el libro—. La astronomía... ¡Encontré la respuesta! —ambos miraron por encima de mi hombro para leer el libro—.

—Probablemente ahí hay dos capítulos completos de concepto, Lauren. —dijo George y Fred asintió para darle la razón a su gemelo.

—Y ahí es donde entra el poder del resúmen. —respondí sonriendo, noté la mirada de Fred y cuando lo miré giró rápidamente su vista al libro.

—Ciencia que estudia la estructura y la composición de los astros, su localización y las leyes de sus movimientos. La astronomía se divide en tres ramas principales: la astronomía fundamental, la astrofísica y la cosmología.

—Oye, Lauren... —comenzó Fred todavía escribiendo en su pergamino—. He notado algo, una injusticia.

—Si te refieres a la Suma Inquisidora, no me sorprendería. —contesté con ironía.

—Me refiero a que... Hasta el momento, no hemos hecho una broma juntos, o simplemente alguna maldad.

Automáticamente George lo miró con las cejas levantadas, diciéndole a su hermano con la mirada: traidor.

—¿Y qué tienes en mente, Weasley?

—Dejarle un... Regalito, a Umbrigde, en su despacho.

Ésta vez, George no disimuló su indignación.

—¿En serio, hermano? ¿Una broma... Sin mi? ¡Y para colmo a la cara de sapo!

—¡Lo compensaré, lo juro! —luego volvió a mirarme a mí—. Mi propuesta es atar bombas fétidas en alas de doxy, luego echarlas en su despacho cuando no esté.

Sonrió inocentemente, como un niño pequeño.

—¿Y si nos descubren? O peor aún, podrían quitarme la pasantía o incluso el título de prefecta.

—No nos descubrirá.

—Entonces, ¿Cómo planeas entrar a su despacho?

—Tiene una ventana que da a los jardines —intervino George—, podrían entrar volando en escoba.

—Ni aunque me paguen. —dije de inmediato, ambos me miraron extrañados—. Tengo vértigo, ¿Bien? Una sola vez en mi vida me subí a una escoba, fue cuando varios miembros de la Orden nos llevaron a Gimmauld Place.

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Hoy es el día acordado en el que Fred y yo le haremos la broma a la profesora (y ahora también Suma Inquisidora) Umbridge, extrañamente estaba entusiasmada por hacérsela.  Exactamente a las 7:10 pasé por la común de Gryffindor donde Fred estaba esperando con una bolsa negra y su escoba en mano, nos fuimos afuera y él se montó primero en la escoba. Dudé un poco pero lo hice al ver la sonrisa de Fred, me agarré de él por su cintura, ante el contacto, él sonrió. Fred dió una patada fuerte en el suelo y nos elevamos unos metros, lo hizo tan rápido mis lentes caen, pero extendí mi brazo para tomarlo, al no sentir mis brazos tocándolo Fred se dió la vuelta para mirarme.

-Casi caen mis lentes -murmuré por lo bajo.

Nos elevamos más y llegamos a la ventana del despacho de Umbridge, abrí la ventana con un hechizo y entré lentamente.

-¡Lumus! -dije pues no había velas prendidas ni nada por el estilo.

Fred se bajó de la escoba y empezamos a liberar las doxys, al instante quisieron volar y eso provocó que el olor de las bombas fétidas se expanda por todo el lugar.

Cuando terminamos de hacerlo doblé la bolsa y tomé la mano de Fred para ir hasta la ventana nuevamente pero estaba cerrada. Intenté centenares de hechizos y Fred también, pero nada, estábamos encerrados.

-¿Y ahora? -pregunta Fred.

Estábamos empezando a preocuparnos, el olor de las bombas fétidas era tan terrible que usaba mi bufanda para cubrirme la nariz y boca. Unos dos minutos después llega Umbridge y siento que el mundo se me viene abajo, nos descubrió. Umbridge carraspeó, tal vez con cara de triunfo.

-Señorita Potter y señor Weasley, salgan de aquí inmediatamente. -su sonrisa y la voz melosa que tiene puede llegar a ser muy estresante.

Salimos y la seguimos con la cabeza gacha, Fred me dió su mano y entrelacé nuestros dedos. Nos guió hasta la sala de maestros, casi era la hora de la cena y por ende no habían muchos alumnos en los pasillos.