12. Un Baile

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—Oh, Herms...

No sabía exactamente qué decir, entonces solo la abracé.

—Ninguna de las dos fue al baile con quien verdaderamente quiso, ¿no es así? —murmuró un ratito después, sacándose sus mejillas húmedas.

Un árbol de navidad se mueve un poco, está a punto de caer, pero nadie le presta atención. Giro mi rostro para mirar a mi amiga.

—Oliver Jones fue una gran cita. —Me limité a decir, ella no estuvo convencida con mi respuesta.

—Pero no fue Fred Weasley.

—¿Qué?

—Oh, ¡Por Merlín! No vas a negarme que te hubiera encantado ir al baile con él, Laur.

—No lo negaré, ¿Está bien?

Después de ello, Hermione fue a la torre de Gryffindor y yo me dispuse a ir a la torre de Ravenclaw. Iba caminando por un pasillo junto a una puerta que daba al jardín, y es entonces cuando escucho voces de un grupo no muy grande de estudiantes. Son al menos seis parejas, doce alumnos en total.

—¡Es una lluvia de estrellas! —dice una chica de vestido esmeralda, los demás salen al jardín.

Entonces yo también salí a los jardines del colegio y fui hasta el lago negro, nunca había visto algo así y estaba muy concentrada en ello, entonces fue por eso que no noté cuando alguien se sentó junto a mí en la orilla del lago. El agua estaba tibia; y había leves olas que golpeaban contra mis pies descalzos —me había quitado los tacones—.

—Hey, lo siento, no era mi intención asustarte. —dijo Fred en voz baja.

—No importa. —me limité a decir y seguí mirando al cielo—. ¿Sabes cuántas estrellas hay en la vía láctea? —no esperé una respuesta—, cien mil millones.

—Wow, ¿De verdad?

Asentí, giro mi cabeza para mirarlo.

—Las estrellas que más brillan son las que se están muriendo.

—Oh, eso es... Triste. —dice Fred, haciendo una mueca.

—Yo lo veo como algo fascinante. Bien, cierra los ojos, —no está muy convencido de mis palabras, pero aún así lo hace—, imagínate por un momento que estás en el espacio exterior... Y, de repente, una estrella alcanza su máximo esplendor. Momentos después, esta explota...

—¡Es horrible! —exclama aún con los ojos cerrados y una sonrisa de lado—. Imagina que la explosión me alcanza; moriría.

—Desde mi perspectiva, es algo extraordinario.

Volví a mirar al cielo, la lluvia de estrellas ya había terminado.

—Me gusta eso de ti.

Miré de nuevo a Fred con extrañeza.

—¿El qué, exactamente?

—Siempre encuentras otra manera de ver las cosas.

—¿Sabes lo que me gusta de tí? —me escuché preguntar, como si las palabras hubieran brotado desde lo más profundo de mi corazón. Fred niega rápidamente, a la expectativa de mis palabras—. Siempre buscas la manera de hacer sonreír a las personas, o incluso, lo provocas de manera involuntaria...

Vuelvo mi mirada a las estrellas, curiosamente una estrella fugaz cruza el cielo nublado.

—¿Alguna vez habías visto una? —pregunté con la mirada puesta todavía en el cielo, la luz de la luna ilumina el lugar—.

-Una vez en La Madriguera, con Bill y George.

-Esta fue la primera vez que veo una —respondo con una sonrisa de lado, siento su mirada sobre mí.

-Pues creo que además de tu comentarista de lectura soy también tu acompañante de astronomía.

Solté una carcajada.

-Si Fred, eso creo. —empiezo a caminar hasta el castillo descalza, con mis tacones en mano.

Escucho los pasos de Fred viniendo hasta mi, un segundo después él toca mi hombro.

—¡Hey, Lauren!

-¿Si? —pregunté, dándome la vuelta para mirarlo a los ojos. Una suave brisa recorre el lugar.

-¿Bailamos?

Bien, no lo esperaba, pero tampoco puedo negarme a ello; acepto su mano derecha y dejamos nuestros calzados sobre la hierba al mismo tiempo.
Entonces Fred me toma por la cintura sonriendo, suaves melodías se oyen desde el castillo, así que nos guiamos por eso al bailar. Doy un rápido giro y eso provoca que un mechón de mi cabello se corra y tape mi rostro, entonces Fred lo corre, poniéndolo detrás de mi oreja.

-Gracias -susurro, aunque no estoy muy segura de que esas sean las palabras adecuadas. Y tomando mis tacones, me alejo caminando hasta el castillo—.

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Entro a la habitación haciendo el menor ruido posible, veo a Luna dormir, pero Alison está con los ojos puestos en mi con una mirada entre acusadora y preocupada.

—¿Dónde estabas, Lauren?

—En el lago negro, ¿recién regresas de la fiesta?

—No me cambies de tema. Estaba preocupada por ti, incluso bajé a la sala común y me topé con Oliver Jones. ¿Qué crees? Cuando me preguntó por ti le dije que estabas durmiendo.

—Estaba con Fred Weasley. —Murmuré deshaciendo mi peinado.

Alison tardó un momento en responder.

—¿Ocurre algo con él? ¿Te gusta, Laur?

—No, Alison. No me gusta. Últimamente lo comencé a considerar un amigo.

—¿Entonces, Oliver y tú...?

—Tampoco.

—Eikko me besó. —dijo en un susurro, mientras se recuesta en su cama.

—¿Y eso es algo malo o...?

—Es un punto medio, porque aún hay una pequeña parte de mi que ama a Oliver Wood. Es amor de verdad, estoy segura. No un amor de niños que dura unos meses, me gusta desde hace años, Lauren.

—Wow... —entonces yo también me recosté en mi cama.

—La semana pasada soñé con él, con que hacíamos un campamento solo nosotros dos. Como cuando éramos niños.

Giro mi cabeza para mirarla, tiene la vista puesta en el techo y sé que está conteniendo sus ganas de llorar.

—Pero no importa, —dice forzando una sonrisa—, ¿qué ocurrió en el lago negro?

—Una lluvia de estrellas. —dije sonriendo mientras me quito los lentes—Y un baile.

—¿Un baile?

—Fred me pidió que bailemos antes de volver al castillo.

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¡Hi! ¿Cómo están mis preciosas lectoras? Me gustaría leer sus comentarios respecto a la historia en general, perdón si no actualizo cada día, es que estoy leyendo Antes De Diciembre y su historia me atrapó por completo, no puedo parar de leer.
En fin, eso no importa. Espero estén bien y la historia les esté gustando.
-BooksKim <3

La Chica De Ravenclaw - Fred Weasley. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora