9. Libros.

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[•••] Nunca está de más recordarles que La La Land es una película, no un libro. Pueden encontrarla en Netflix.

-Verás, quiero invitarte a Las Tres Escobas el sábado siguiente, después de tu turno en la enfermería. -Me dedicó una sonrisa... ¿Nerviosa, quizás?

-Bien, pero hagamos algo...

-Sorprendeme con tu creatividad, Potter. -Contestó sonriendo.

-Tú leerás un libro que a mí me guste, y yo leeré uno que te guste a tí. -No parecía muy convencido, pero sonreí de todas maneras-. Y, cuando ambos hayamos terminado de leer el libro que el otro nos recomendó, iremos a Las Tres Escobas, para debatirlo.

-Hecho. -Accedió sonriendo de tal manera que se le notaran los dientes.

Entramos en la Sala común de Gryffindor al tiempo en que Harry y Ron bajaban por las escaleras que conducían a los cuartos de los chicos. Fred fue directamente junto con los del equipo de Quidditch y Lee Jordan.
Cuando llegué hasta donde estaba mi hermano lo abracé por la nuca, tal vez lo tomó algo desprevenido, tardó unos segundos en corresponder el abrazo.

—Quiero hablar contigo. —dijimos al mismo tiempo, sonreí.

—¿La segunda prueba del torneo?

—¿Tú pasantía en la enfermería?

—Exactamente. —dijimos, nuevamente, al mismo tiempo. Ahora sí, no pude evitar que se me escapara una carcajada.

Nos sentamos en un sillón frente a la chimenea, estuvimos conversando por al menos una hora. Cuando me levanté del sofá para irme a mi sala común, Harry se ofreció a acompañarme, así que también hablamos durante el camino hasta llegar a la puerta de la torre de Ravenclaw.

—Oh, olvidé contártelo antes; iré al baile de navidad con Oliver Jones.

Por un corto instante frunció el entrecejo.

—Lo vigilaré. —dijo con un intento de sonrisa inocente, como un niñito pequeño.

—Yo también. A ti y a... ¡Oye! ¿Tienes pareja para el baile?

—No. —levanté una ceja, no había asomo de gracia en su mirada, luego habló con tono de advertencia—: Lauren Potter, deja de juzgarme con tu mirada.

—No lo hago, Potter. Solo pienso que, siendo sincera, habrá más de una chica en esta institución que mataría por ir al baile contigo.

>>> Narradora:
Y los días seguían transcurriendo con normalidad, pero últimamente Lauren había notado que lo normal en su vida incluía a Fred Weasley.
No quería aceptarlo, en parte, pero por un efímero momento se lamentó de haber aceptado la invitación de Oliver Jones al baile de navidad. También había notado que en lo que iba del año su círculo social había crecido significativamente. No es que los años anteriores no haya hablado con los gemelos Weasley o los amigos de Harry, pero ahora sentía que era más cercana a ellos. Y eso sin contar a Oliver Jones, habían llegado al "acuerdo" de que desayunarían juntos todos los martes, y Alison había dejado en claro su pensamiento de que harían una muy bonita pareja. Pero Lauren tiene prioridades: su futuro en la medicina, su estudio actual y su hermano mellizo. Harry es su debilidad, haría cualquier cosa por su hermano. Y viceversa.

Cierto día, un miércoles si se espera exactitud, Alison Feerch entró a la habitación compartida con Lauren y Luna sonriendo randiante.

—Llegaron.

Luna y Lauren dejaron a un lado su tarea de astronomía que estaban haciendo juntas, fueron casi corriendo hasta donde su amiga estaba. Entonces Alison empujó una enorme caja, y después, todo fue un remolino de grititos de alegría. Eran los vestidos confeccionados por la tía de Alison, y diseñados por Luna Lovegood.

—¡Luna, es precioso, gracias por diseñarlo! —exclamó Lauren y abrazó con fuerza a su amiga. Luna no estaba muy acostumbrada a los abrazos, normalmente, las demás personas de su casa solo se reían de ella.

>>> Fred:
Un viernes por la noche terminé de leer el libro que Lauren me dijo que leyera: La La Land. No podía quedarme con las dudas guardadas, así que fui hasta la Torre de Ravenclaw, se dió la casualidad de que cuando yo llegaba ella también lo hacía. Aceleré el paso y me acerqué a ella.

—¡Terminé de leer el libro!

Me miró y sonrió de lado.

—Yo también, hace unos días. Me gustó.

—¿Solo te gustó? Laur, estamos hablando de Beedle el Bardo, ese libro es mi infancia.

—Bien, lo siento. —sonrió algo divertida—. Mañana mi turno termina a las cuatro, ¿Te parece bien?

—Perfecto.

>>>
Estuve en la enfermería dos minutos después de las cuatro en punto, pero Lauren aún no salía y cuando lo hizo tenía la cara con algo de tierra.

—Nivel uno en plantas curativas. —Murmuró haciendo una mueca de desagrado—. Perdón, Fred, ¿me esperarás si voy a arreglarme?

—Está bien.

Y veinte minutos después salió de la Torre de Ravenclaw, por un momento me quedé mirándola algo embobado. Tenía el cabello pelirrojo largo y lacio, vestía un suéter color azul y pantalones y botas negras.

-Bien, Lauren... A Las Tres Escobas -digo tomándola de la mano y arrastrándola para que camine más rápido. Ella suelta una carcajada.

Cuando llegamos encontramos una mesa vacía junto a una ventana, llega la señora Rosmerta y encargamos dos cervezas de mantequilla. Cuando nos las trae tomo un sorbo y Lauren también.

-Bien, ¿Que tan disconforme estás con ese final? -comenta Lauren con una sonrisa malévola.

-Todo. De por sí el hecho de que no terminen juntos me duele.

-Pero ambos lograron cumplir sus sueños.

-Si, pero a costa de terminar su relación. —Tercié, ella asiente.

-Ella pudo encontrar el amor nuevamente, incluso tuvo una hija.

Tiene un buen argumento.

-Pero Lauren, ¿Tú qué hubieras hecho?

¿Me hubieras dejado ir? dice una voz en mi mente.

-Hubiera buscado la forma de volver con él después de concretar nuestros sueños.

Talvez me esté tomando esto algo personal pero siento que me insinúa algo. Porque ambos tenemos distintas metas: ella quiere ser medimaga, yo quiero mi negocio con mi gemelo.

-¿Y tú qué hubieras hecho si fueses él? —pregunta ella, tomando de nuevo su cerveza de mantequilla.

-Nunca la hubiera dejado. Iría con ella.

-¿Pero a costa de abandonar tu sueño? Fred, yo estoy del lado de ella. - me responde, segura de sus palabras.

Toma un trago de su bebida y le queda una especie de bigote sobre el labio, me acerco a ella por encima de la mesa y con mi dedo pulgar se lo limpio.

La Chica De Ravenclaw - Fred Weasley. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora