36. Despedida.

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Nos habían descubierto, la Brigada Inquisitorial de la profesora Umbridge nos atrapó a Neville, Luna, Ginny, Hermione y a mí. Estábamos haciendo guardia en los pasillos para que Harry pudiera entrar al despacho de la profesora, él quería asegurarse de que Sirius esté bien pues tuvo la visión de que Voldemort estaba a punto de matarlo.

Todo pasó rápidamente, Hermione dijo que Dumbledore tenía un arma oculta aquí en Hogwarts, así que ella, Umbridge y Harry fueron rumbo al bosque prohibido. Nos quedamos solos Ginny, Luna, Neville y yo con algunos miembros de la brigada Inquisitorial. Draco me tomaba del brazo con fuerza, dolía. Tengo que encontrar la forma de salir de aquí ahora, mi hermano me necesita, y probablemente Sirius también.

Neville, Ginny, Luna y yo llegamos al bosque prohibido una vez que pudimos escapar de la Brigada Inquisitorial.

— ¿Estás seguro de esto? - pregunté por lo bajo, con algo de temor en mi voz, mi hermano asintió —piénsalo, cabe la posibilidad de que solo sea una trampa para llevarte a él, Voldemort puede saber que tú te colaste más de una vez en su mente, Harry. Puede utilizar eso en tu contra.

- Estoy seguro, ¿Está bien? - Harry se subió a un Thestral y luego me ayudó a mí. - Se sintió real, Lauren.

Me limité a asentir con mi cabeza, aún no muy convencida de que hacer esto era lo más inteligente. Pero aún así tenía la seguridad inquebrantable de acompañar a mi hermano, pase lo que pase, él no estaría solo.
Al bajar de los Thestrals sentí un pequeño mareo, durante todo el viaje estuve con los ojos cerrados ya que tengo un gran miedo a las alturas.

Llegando al ministerio de magia, entramos por la cabina telefónica, igual que lo hicimos con el señor Weasley el día de la vista. Harry nos contó sobre aquella visión, y resulta que el departamento de misterios es idéntico a aquel lugar que vió.

Entramos por la puerta que Harry indicó, ahí fue cuando caí en cuenta de que es la misma puerta con la que soñé aquel día en el que la serpiente de Voldemort atacó al señor Weasley, era una sala circular negra con puertas a su alrededor. Después de cerrar detrás de mí la puerta por la cual entramos marqué un círculo color rojo con la varita.

- Para saber por cuál puerta entramos - le dije al resto, quienes asintieron.

- Probemos las demás - dijo mi hermano yendo hasta una.

La abrió, la cerró y Hermione marcó una cruz en color rojo. Así seguimos un buen rato, abriendo puertas y marcando una cruz en las que ya habíamos entrado, la sala daba vueltas cada vez que salíamos de una sala, gracias a Merlín marcamos las puertas, pero lo malo es que no sabemos diferenciar que hay detrás de cada una.

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Mortífagos y miembros de la Orden Del Fénix llegaron al ministerio, Ginny se torció el tobillo, a mí me hicieron un corte en el brazo, la única que parecía ilesa era Luna.

- ¡Bien hecho, James! - le grita Sirius a Harry.

- ¡A tu izquierda! - me grita Remus.

Me doy la vuelta "protego", el hechizo que Bellatrix Lestrange me lanzó le rebotó a ella.

- ¡Remus! - un mortífago que desconozco le lanza un Avada Kedavra, pero Remus lo esquiva.

- ¡Avada Kedavra! - me doy la vuelta, el hechizo no le dió de lleno a Sirius, pero él se tambaleó y traspasó el velo de la muerte, con una sonrisa en el rostro.

Es una sensación extraña, quiero llorar y quiero gritar al mismo tiempo, quiero regresar el tiempo atrás y a la vez no desaprovechar el tiempo que tengo para matar a quien mató a Sirius.
Caigo de rodillas, el grito de Harry se escucha lejano, noto que Remus va hasta él para frenarlo. No consigo moverme, quedo perdida en recuerdos que se agolpan en mi mente como un maremoto mientras mis ojos siguen clavados en el velo. Tonks viene conmigo y me protege, me levanto despacio... Una extraña valentía se apodera de mí... La muerte de Sirius no será en vano en lo más mínimo.

- ¡Lauren, ven! - Remus me alcanza y me toma del brazo.

- ¡No me quedaré sin hacer nada!

- ¡No voy perderte! ¡No dejaré que lo hagas! - Harry aprovecha y sale corriendo tras Bellatrix.

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- Señorita Potter, usted también debe escuchar esto - me llama Dumbledore.

Fui con Harry al despacho del director, seguía pensando en Sirius... Mi mente me jugaba una mala pasada recordándome todo lo que viví con él. Las lágrimas me nublan la vista y siento el brazo de Harry rodear mi cintura para abrazarme.
Dumbledore nos cuenta por qué Harry y yo debemos volver a casa de los Dursley durante las vacaciones hasta cumplir la mayoría de edad, Harry se puso eufórico, incluso rompió algunas cosas del despacho de Dumbledore. Nos contó también que cuando Voldemort fue al valle de Gryffindor a matar a Harry yo ya había vuelto de mi pequeña salida nocturna de mirar las estrellas con Remus, mi padre se sacrificó por mí, y mi madre por Harry. El amor de nuestros padres por mí y mi hermano nos salvaron, pero aún así la magia protectora solo aplica para Harry.

- Usted, señorita Potter, puede vivir en La Madriguera, según tengo entendido se lleva muy bien con esa familia. Aunque estoy seguro de que a su padrino Remus Lupin le encantará tenerla con usted.

¿Dumbledore sabe de mi relación con Fred? ¿Podré vivir con mi padrino? No, no es una opción. No puedo dejar solo a mi hermano.

- No, me quedaré con mi hermano. - contesté segura.

- Bien, ya pueden retirarse, dentro de dos días sale el expreso de Hogwarts.

- Adiós profesor Dumbledore - respondimos Harry y yo antes de salir.

- Creí que irías a vivir con Remus - murmuró Harry -.

Yo le abracé de lado, pasando mi brazo por su cuello.

- No te dejaré solo en ese tormento, hermano.

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- ¿Qué es lo que tanto escribes? - me pregunta Luna sin dejar de leer El Quisquilloso.

Estoy con ella, Alison y Ginny en el expreso de Hogwarts, estamos por llegar pronto, Alison está comiendo cantidades industriales de grageas de todos los sabores bajo el pretexto "cuando pase las vacaciones con mi tía muggle no podré comer esto".

- Una carta para Fred - sonreí.

La guardé en un sobre y escribí el nombre del pelirrojo que tanto quiero en él.

- Dáselo cuando lo veas, ¿Si? - Ginny asiente guardando la carta en su bolso de mano. - no intentes ver lo que dice, le hice varios hechizos protectores para que solo Fred pueda leerla.

La Chica De Ravenclaw - Fred Weasley. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora