Capítulo 17

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Jimin

- Deseo - Susurró Jungkook con tono grave y lascivo, inclinándose sobre el escritorio.

- ¿Perdona?

- Ese es el tema para trabajar esta vez - Me aclaró regresando a su voz jovial normal, su espalda volviendo a reposar en el respaldo de la silla - El deseo.

Jungkook había venido a visitarme a la galería tras sus clases, después de que yo faltara a las mías, para decirme qué me había perdido en la asignatura que nos concernía a ambos.

Sabía que había prometido que, con mi nuevo trabajo, dejaría de tomar horas extras en la cafetería, pero una compañera me había rogado en apoyarla, pues estaría sola en su turno ya que sus demás colegas de su horario habían enfermado. Además de que el dinero extra nunca venía mal. Soobin había estado estable en las últimas semanas, sin complicaciones ni enfermedades, pero sabía que pronto le tocaban estudios y eso requería de una buena inversión. Por ende, trabajé el cafetería saltándome las clases, para luego correr a la galería, sin tiempo de pasarme por la escuela.

- ¡Ah! ¡Eso! - Me reí dando un gesto displicente con la mano - Este tema será sencillo, me siento bastante inspirado - Los orbes de Jungkook se ampliaron en sorpresa.

- ¿Ah sí?

- ¡Claro! Sé exactamente lo que deseo y no sabes cuánto ansío tener un millón de dólares en este momento. Te aseguro que lo plasmo desde el corazón - Al instante rodó los ojos desechando mi mitad broma, mitad idea.

- No estamos pintando eso, Jimin. Que te quede claro.

- ¿Por qué no? ¡Es algo que verdaderamente deseo! ¿No tu lema es pintar con pasión y honestidad? ¿Plasmar lo que sientes?

- Ni lo sueñes. No estoy echando a perder este trabajo por tu fantasía de millonario.

- Y entonces ¿Cuál es tu brillante idea?

-Pensaba en... algo más carnal – Fruncí el ceño ante su respuesta.

- ¿Qué tiene de diferente eso a mi idea? Es igual de banal y demasiado obvio.

- Podrá ser obvio, pero nos da para mucho más que el dinero.

- No pintaré sobre eso así que ve pensando en otra cosa - Me mantuve firme.

No era que realmente quisiera pintar algo relacionado con la avaricia o cualquier otro derivado del dinero como deseo, mi idea había sido una simple jugarreta en un principio, no obstante, me negaba a pintar el deseo sexual como era la idea de mi compañero, por dos simples razones:

En primer lugar, verdaderamente me parecía un tema trillado que estaba seguro muchos optarían por elegir y que, por el tiempo tan corto, nos sería difícil de hacer sobresalir.

En segundo lugar porque pintar con deseo lascivo en la mente hombro a hombro con el hombre del que estaba enamorado y que definitivamente deseaba en más de diez mil formas, era una bomba de tiempo para mí. Un suplicio con el cual no pensaba lidiar.

La oficina estaba vacía pero aún así me levante para dejar algunos documentos en el escritorio de un colega para que lo pudiera revisar a primera hora en la mañana siguiente. Escuché cómo la silla de Jungkook se movía y tan pronto me di la vuelta para regresar a mi lugar, me lo topé frente a mí, con los brazos cruzados sobre su pecho.

- Dime la verdadera razón por la que no quieres elegir mi tema. Es una idea bastante maleable y pertinente, sé que los sabes. ¿Por qué no quieres aceptarla?

- No me siento cómodo con el tema ¿sí? Además, ¿no crees que probablemente al menos la mitad de la clase lo utilizará como base?

- Hemos hecho trabajos impresionantes bajo el mismo concepto que nuestros compañeros, y me parece que ninguno se ha visto como una copia del otro - Maldita sea, tenía razón - Así que, dado que ese argumento queda invalidado, sólo nos queda trabajar con tu primer motivo.

El arte de caer (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora