El arte de caer (KOOKMIN)

Capítulo 24

Jungkook

Un rayo se pintó en el cielo nocturno, iluminando toda la ciudad.

El día había empezado despejado, pero a medida que caía la tarde, el aire fue trayendo nubes grises que cubrieron todo y amenzaban con hacer llover.

Salí de mi auto aún observando con inseguridad los repentinos flashazos de los relámpagos. Esperaba que Jimin no hubiera planeado una cita al aire libre porque no estaba seguro de que el clima fuera indulgente.

No tuve mayor alivio cuando me encontré con Jimin, quien, al otro lado de la acera y sin percatarse de mi presencia, veía al cielo igual de preocupado.

A pesar de su expresión que me resultaba divertida, no pude evitar darle un repaso a escondidas. El chico se veía malditamente caliente con sus ceñidos pantalones negros de mezclilla, ajustados con un cinturón y una playera oscura de cuello en V.

Me mordí el labio y me obligué a alcanzarlo, concentrándome en el frío de la noche y no en el calor que comenzaba a subir por mi entrepierna.

- Hey - Lo llamé - Espero que no hayas planeado un picnic porque creo que se avecina una tormenta.

Mi comentario planeaba ser una broma, pero cuando lo vi palidecer un poco, y lanzar otro vistazo al cielo, quise cortarme la lengua. ¿Qué si había realmente un picnic o cualquier actividad al aire libre y acababa de romperle su ilusión?

Genial, la cita aún no había empezado y ya la estás arruinando.

Me apresuré a redimir mi error.

- Oye, no te preocupes, no creo que llueva muy pronto. Seguro que tenemos varias horas.

Me sonrió tranquilizador.

- No, no importa. Sólo estaba observando. De todas formas, nuestro sitio es aquí - Me señaló un local a sus espaldas, cuya fachada no me decia mucho sobre los planes de Jimin.

Mi curiosida aumentó. Él no había querido decirme nada sobre sus planes, y cuando intenté averiguar con Tae, presa de la intriga, me mandó al infierno.

"¿Acaso quieres que muera? Jimin es una persona tranquila pero si le arruino su primera cita, me va a arrancar mis extremidades como Jin con las esculturas"

- ¿Entramos? - Me preguntó con entusiasmo.

- ¡Claro! - Acepté, muerto de la curiosidad.

El lugar tenía una recepción sencilla, que tampoco hablaba mucho por sí misma, pero tras el mostrador, la palabra "Artcade" brillaba en letras de neón.

- Ya he conseguido las entradas y pedido la comida, sólo falta elegir las bebidas. ¿Qué te gustaría? ¿una cerveza, soda, agua? - Me volví a Jimin aún sin comprender qué era exactamente ese lugar.

- Una coca-cola funciona para mí, gracias.

Aparte de que debía manejar más tarde, no quería alcoholizarme en la cita con Jimin. Quería disfrutar de lo que sea que tenía planeado, saborear su compañía, y al final, responder con seguridad y mis cinco sentidos, qué era lo que buscaba de mi amigo y nuestra relación.

Jimin pidió dos coca-colas y luego se volvió para entregarme lo que el recepcionista acababa de dejar en sus manos.

Me tendió un overol de cuerpo completo gris lleno de manchas de pintura seca. Alcé mis cejas interrogante.

- ¿Vamos a pintar? - Me dedicó una sonrisa de lado, sus ojos candentes por el ímpetu.

- Casi.