Capítulo 44

9 2 0
                                    

Jimin

- Te ves horrible.

Fulminé a Tae con la mirada.

- Gracias por los ánimos

- No lo digo por tu cara en sí. Eres muy bonito Jimin, pero hoy no se nota mucho. Te ves acabado, pálido, muy delgado...

- Sólo estoy cansado - Me excusé, haciendo que me mirara incrédulo.

- No lo sé. Te he visto cansado y nunca te ves así de mal ¿Seguro no quieres ir con un doctor?

- No, Tae. De verdad estoy bien.

- Eres un terco - Suspiró, bebiendo de su té helado con intensidad. Me reí.

- Gracias por preocuparte pero es que el trabajo me tiene frito. No he dormido muy bien y si tengo que ser honesto, la reunión de ahorita me tiene nervioso.

Estábamos en un café no muy lejos de la universidad. Era un sitio pequeño pero no muy concurrido, perfecto para estudiar o reunirse con algún compañero para planear algún proyecto, que era justamente lo que estaba haciendo con Tae.

Sin embargo, aquello no era todo lo que tenía planeado para la tarde. Después de prácticamente un mes, vería Jungkook.

El semestre estaba por terminar, por lo que Eunae nos había pedido que para las pinturas finales volviéramos a trabajar juntos.

Por supuesto me había rehusado, pero así como la primera vez, no tuve éxito con mis réplicas. Había obtenido muchas excepciones de la profesora a lo largo de los últimos meses, por lo que esta vez ella no pensaba ceder. Además, era momento de dejar el sentimentalismo de lado o de sacarle provecho.

Sí, esas habían sido sus palabras exactas.

- ¿Quieres que me quede? - Se ofreció Tae, regresándome al presente - Ya sabes, por si no quieres estar a solas con Jungkook o para llevarte a casa si te sigues sintiendo mareado. No tengo ningún problema.

Llevaba días sintiéndome extraño, mareado, cansado y con poca hambre, pero realmente lo atribuía a las pocas horas de descanso que tomaba al día. Sólo necesitaba unas 24 horas libres para domir y estaría como nuevo, estaba seguro de eso.

- No, gracias. Eunwoo me ha pedido que escuche una melodía que está preparando para una de sus clases, así que estará por acá trabajando y cuando termine con Jungkook, me acompañará a casa.

Mi amigo me miró como si le estuvier diciendo la locura del siglo.

- ¿De verdad? ¿Vas a juntar a Eunwoo y a Jungkook en un mismo lugar?

- ¿Qué tiene de malo? Ya ha pasado tiempo, Tae. Jungkook no siente nada más por mí y con Eunwoo no tengo nada más que amistad, así que ¿dónde está el problema? Será una simple reunión con un compañero y luego con un amigo. Así de sencillo.

- Sigo pensando que no es la idea más brillante que puedas tener, Min.

- No fue mi idea, ni de nadie realmente. Eunwoo no tiene otro horario libre y yo tengo trabajo hasta entrada la noche. Podría ver a Jungkook al terminar, pero eso significaría que debemos vernos en alguno de nuestros departamentos y prefiero evitar eso.

- ¿Sabes que tendrás que pasar una cantidad de tiempo considerable con un Jungkook dentro de una misma habitación en los siguientes días verdad? - Arrugué mi naríz.

- Lo sé, pero si puedo acortar ese tiempo y evitar que nos encontremos solos, lo haré.

- ¿Por qué estás nervioso por verlo de nuevo?

El arte de caer (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora