capitulo 23

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Pov omnisciente

Mientras que los adolecentes se comían a besos como locos, sin importar que ambas familias estuvieran ahí ellos se besaban, toqueteandose por todos lados mientras se besaban.

Isabela: esto ya molesta. ––– aviso a su familia viendo a los adolecentes a lo lejos.

Dolores: mis oídos van a explotar. ––– aviso mientras tapaba sus oídos intentando no escuchar los besos ruidosos.

Mirabel: tendremos que recurrir al plan C. ––– aviso haciendo puño su mano y golpeándolo con la otra mano que tenía abierta.

Antonio: ¿castigarlo? ––– pregunto inocente.

Pepa, Félix, Bruno y T/m: casarlos. ––– corrigieron al unísono.

No quedaba de otra, pero primero tendrían que tener la charla una vez más, aun que a Camilo aun no le llegaba pero hoy le llegaría.

Emilio: ¡ya dejen de besarse! ––– les grito.

Camilo en burla a su comentario, en vez se soltarla, la pego a la pared y siguió besando a su amada novia.

Carlos: y por favor que sea rápido. ––– suplico al verlos.

...

Pepa: bien, ¿como lo aremos? ––– pregunto.

Alma: yo digo que en la cena, le demos la charla y le preguntemos cosas relacionadas, y que el tema surja. ––– sugirió.

Se quedaron pensando, entre todos los planes...escogieron ese ya que fue el más fácil, mientras que T/m iría a su casa con Bruno y sus hermanos para hacer lo mismo.

La boda de Dolores tendría que esperar, o es lo que ella quería...solo querían que esos dos se fueran de Luna de miel y dejaran de darse besos ruidosos, y luego la de Dolores. Fue así como esperaron ansiosos porque llegará la cena, mientras los adolecentes estaban como siempre en el río comindose a besos, hasta que llegaron a la casa Madrigal...con prisa T/m hizo que se fueran.

T/n: Si, ya voy, me voy a despedir. ––– aviso sonriente.

Una vez que se despidió de todos, corrió a los brazos de su novio a besarlo el cual la levanto un poco y siguió besando la, se sonrieron y ella se fue.

En ambas casas las familias estaban nerviosas, preparando la cena listos para ese momento que tanto habían planeado, no importaba cuanto cueste...lo difícil era que ambos quisieran.

Una vez las cenas listas la familia Madrigal estaba lista.

Pepa: Antonio... ––– llamó la atención de su hijo ––– ¿podrias ir a buscar un poco de menta? ––– pregunto y el asintió mientras salía corriendo a buscar.

Félix: mi niño, mi Camilo, ya todo un hombre. ––– aviso abrazandolo con orgullo.

Camilo: ¿Eh? ––– pregunto confuso.

Pepa: tan grande. ––– murmuro orgullosa.

Camilo: ¿de que hablamos? ––– pregunto confundido.

Dolores: quieren darte la charla. ––– se burlo por la forma de empezar la charla entre los adultos.

Pues ante a todas sus primas ya les había tocado cuando cumplieron su edad.

Alma: ¿tu sabes...de donde vienen los bebés? ––– le pregunto.

Camilo rápidamente hizo una mueca.

Camilo: ¡No! No por favor, no la charla. ––– murmuro asquiento mientras tapaba su cara con vergüenza.

Pepa: los bebés vienen de... ––– y así fue como comenzaron a hablar.

El pobre traumatizado estaba avergonzado, quería salir corriendo de ahí, no lo soportaba.

Mientras que con la chica estaba totalmente normal, pues la charla ya le había tocado con anticipación.

T/m: y...¿que Arias si Camilo te pidiera matrimonio? ––– pregunto.

T/n: ¿como?

T/m: ¿aceptarias? ––– pregunto específica.

Ella de inmediato se ahogo con su jugó.

Eso no se lo esperaba para nada.

T/n: Am, sí, claro...yo lo...quiero. ––– respondió segura mientras se sonrojaba con vergüenza.

Felipe: ¿y si te lo pide en tres días? ¿Aceptas?

T/n: ya dije que si, ¿que clase de preguntas son esas? ––– pregunto.

Ellos solo negaron y fingieron solo curiosidad si llegará a pasar, debía hablar urgente la madre con la familia Madrigal, mientras que ellos había acabado.

Félix: hijo...¿tu amas a T/n? ––– pregunto.

El se sonrojo en menos de dos segundos.

Camilo: Si, obvio. ––– respondió tímido.

La familia tomó una gran sonrisa.

Pepa: ¿no te gustaría casarte con ella? Deberían casarse. ––– sugirió.

Agustín: ¡Si! ¡Pidele matrimonio! ––– alentó con emoción.

El chico lo pensó, era mayor de edad, podía hacerlo, y quería, así que una sonrisa se formó en su rostro.

Camilo: le pediré matrimonio... ––– susurro ––– ¡le pediré matrimonio! ––– aviso más fuerte con emoción.

La familia se emocionó, todo salió acuerdo al plan.

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