Tienes Que Ser Tu. ✓

capitulo 29

Pov Camilo

Los días pasaron y estaba algo desanimado, no habían encontrado aun al señor y T/n no quería salir de su habitación, tampoco comía, no dejaba de llorar y no dejaba entrar a nadie.

Aunque voy a verla todos los días, no responde, tampoco me mira, y eso me pone triste...aun que describió muy bien al señor, todos lo comenzaron a buscar, pero no lo encuentran...que ganas de encontrarlo y le den un buen putazo.

Estaba entre el camino donde sucedió lo de T/n y el poblado, necesitaba saber quién era así que me fui por el camino oscuro. Una vez por ahí solo había gente de escasos recursos, gente que necesitaba ayuda, abuelos, niños mal cuidados, bebés llorando y señores ebrios. Pase por todos lados, me miraban raro...pues no era de aquí, y como se notaba. Así que comenze a buscar, ví el dibujo y seguí mirando a todos lados...fue cuando por accidente choque con alguien.

Camilo: Am, lo siento yo...––– me interrumpieron.

X: más cuidado, niño estúpido. ––– ordenó con molestia mientras me miraba hacia abajo.

Era algo bajo a comparación de el, una vez que le ví la cara mi mandíbula se hubiera caído, mis ojos se abrieron como nunca y no supe que hacer, era el...lo guarde en mi mente para transformar me en el y enseñarlo al pueblo.

X: no eres de aquí...¿verdad? ––– pregunto frunciendo el ceño.

Camilo: Ah...Eh, yo...no. ––– respondí entre balbuceo.

X: se nota, ten más cuidado si no quieres problemas. ––– ordenó para pasar por mi lado y desaparecer.

Mi corazón se agitó y comenze a correr al pueblo, una vez que llegue comenze a gritar que lo había encontrado y fui a la casa de T/n, sin preguntar entre y subí a la habitación de T/n.

Camilo: ¡lo encontré! ¡Encontré al señor! ––– avise con emoción.

Toda su familia de acercó mientras ella se sentaba en su cama.

...

T/m: dile, Muestrale como es. ––– me ordenó frente a las personas que lo buscarían.

Me transforme en el, rápidamente T/n comenzó a llorar mientras se tapaba los ojos, la entiendo la verdad, así que volví a ser yo.

Felipe: tranquila...tranquila. ––– le ordenó dándole un abrazo.

Emilio: vamos a casa. ––– ordenó dándole un abrazo.

Y así se la llevaron, me dolía verla así...no me imagino por lo que paso, y lo feo que se debe sentir.

Juan: bien, iremos a buscarlo. ––– aviso.

T/m: muchas gracias, en verdad, se los agradezco. ––– agradeció con alivio.

Juan: no hay de que, conocemos a T/n de pequeña...todos nos apoyamos... ––– le guiño el ojo ––– tal vez si fuera usted, como recomendación...revisaría a T/n, no vaya a ser que de pronto este embarazada.

Y con eso se fue, la verdad el podía tener toda la razón...mire con susto y sorpresa a la madre de T/n la cual se quedó pensando.

Camilo: ella no esta embarazada...¿o si? ––– pregunte.

T/m: no, descuida, ella dijo que la tocó. ––– aclaró seriamente.

Yo asentí con la cabeza.

T/m: ¿podrias hacerme un favor?

Camilo: Claro.

T/m: podrias...¿hacer que T/n salga? No a querido salir y me preocupa, no a visto a sus amigas y solo quiere estar contigo. ––– explicó.

Camilo: con gusto. ––– acepte con una sonrisa.

Mientras nos dirijiamos a su casa era silencio.

T/m: ya deja de esconderlo. ––– ordenó.

Rápidamente me puse nervioso, ¿ella sabía? ¿Desde cuando?

Camilo: ¿eh? ––– pregunte nervioso.

T/m: se que te gusta mi hija. ––– explicó con una sonrisa.

Camilo: ¿que? ¡No! ¡No claro que no! Ella y yo solo somos.......––– suspire al ver su mirada ––– Si, si me gusta su hija. ––– admití.

T/m: ¡no sabía! ––– aviso con emoción ––– por favor, no rompas su corazón.

Camilo: ¿romper? Pero...––– me interrumpió.

T/m: no le digas pero...la escuche hablando con sus amigas y creo que le gustas. ––– explicó bajo.

Rápidamente sonreí, mi corazón comenzo a latir más fuerte, mi estómago a sentir un cosquilleo y me sonroje.

Camilo: ¿en serio? ––– pregunte con emoción.

T/m: Si, creo...––– respondió sonriente ––– que no sepa que yo te dije.

Solo asentí con una sonrisa con emoción y sorpresa, yo le gustaba...¡yo le gustaba! Pero dijo creo y si ese creo no es verdad...deberia decirle, pero no quiero que me diga que no.

Era todo tan confuso, el miedo al rechazo no me dejaba hablar... Aun que no tengo palabras para explicar lo que siento, y dicen que cuando algo no tiene explicación es porque es fuerte y puro, ¿será que mi amor es más grande de lo que creo? Lo más probable.