Capítulo 55

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—Estoy muy confundida.

Melanie fue la primera en hablar. Está sentada a la cabeza de la mesa, del lado izquierdo está sentada Brenda con Carlos y del derecho, Johhny y yo, tomados de la mano por debajo, de alguna forma para darnos fuerza para tener esta conversación. Brenda no dejaba de mirarnos, con un poco de resentimiento por haber dicho la verdad, por romper la familia que creó y que tantos años le ha costado mantener unida.

I mean... Siento que todo esto es un sueño del que quiero despertar. Yo, los quiero mucho a los dos y no quiero que se mal interprete pero, no puedo verlos como mis papás. —Melanie volteó a vernos—. Esto ha sido muy difícil para mí, vine porque... Porque una parte de mí quería conocer a mi abuela biológica pero cada que estoy sola con ustedes dos de nuevo siento como, no sé, un vacío en el estómago. Y siento muchísima vergüenza por cómo fui concebida. Por eso tu mamá hace rato me dijo que soy un producto del pecado, ¿no? 

—Mel, tú no fuiste producto del pecado. Fuiste producto de un amor de juventud, yo estaba enamorada de Johnny, pero en ese momento no podíamos estar juntos.

—Y yo estaba y estoy enamorado de Greta. —Continúa Jonathan—. Si algo es seguro, es que tu abuela se equivoca, porque fuiste el producto de un amor que se ha mantenido tan fuerte que sin importar los años y la distancia, no se ha terminado y no creo que termine nunca.

—Y respecto a lo otro, créeme que nunca pretendimos que de la noche a la mañana dejaras de verlos como tus padres porque ellos lo han sido desde el primer día que llegaste a este mundo. —Le digo, soltando la mano de Jonathan para tomar la de ella—. Solo queríamos que supieras la verdad porque cuando te enteraste de todo con las fotos que encontraste en el cajón de Pablo me dijiste que si tu fueras adoptada, te hubiese gustado saber la verdad y creo que tenías derecho a saber cuál es tu verdadero origen.

—¿Sabes que es lo que más me duele?

Me negué con la cabeza, esperando la siguiente puñalada.

—Que mi mamá ya me contó todo y no puedo creer que elegiste irte a Italia antes que conocerme o quedarte conmigo. Pusiste todo por encima de mí.

—Y no sabes cuánto me arrepiento de eso. Creí que estaba haciendo lo mejor para ti, tanto Brenda como yo lo único que queríamos y queremos es lo mejor para ti, los cuatro queremos que tú estés bien y que no te falte nada, por eso tomamos las decisiones que tomamos y en verdad no sabes cuánto lamento que esas decisiones te tengan así de confundida y llena de dolor.

—No puedo creer que nos pongan en esta situación. Teníamos un trato Greta, un trato... ¿No se dan cuenta del daño que le hicieron? ¿No se dan cuenta de cuánto le está costando asimilarlo?

—Mamá, prefiero mil veces saber la verdad, even if it hurts.

Intercambié miradas con Brenda, esa mirada fría que siempre me da escalofríos, tan diferente de la forma en la que solía mirarme cuando recién nos conocimos. Ya no hay rastro de esa mujer que me dio calor maternal cuando nos vimos por primera vez, algo que particularmente me hace sentir como si en verdad solamente me hubiese usado como algún tipo de incubadora para obtener lo que quería.

—Pero Mel...

—Creo que hablo por Jonathan y por mí al decir que todas las decisiones que se han tomado desde que Greta estaba embarazada de Melanie se han tomado solo entre Greta y mi esposa, nosotros hemos sido como un cero a la izquierda que solo hemos acatado lo que se ha decidido. —Menciona Carlos, quitándole la palabra a Brenda—. Hace quince años a mí Brenda simplemente me dijo que habían tomado la decisión de darnos a la bebé en adopción, no me preguntó si estaba de acuerdo, si lo quería hacer, qué pensaba al respecto... Y, créeme Melanie, que no me arrepiento porque te quiero como si en verdad fueras mi hija. Pero esta guerra que se desató desde tu último cumpleaños se ha convertido en algo infernal para mí los últimos meses.

Un Pequeño SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora