Capítulo 5

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Algún día le pagaría a Ernesto todo lo que hizo por nosotros. A medida que caminaba a un lado de Jonathan me preguntaba si en verdad mis padres habían sido tan incrédulos como para creerse todo eso del intercambio falso, pero quizás lo que ayudó es que Ernesto puso exactamente las mismas fechas que las del intercambio real y que Irene me regaló una de sus dos sudaderas —además de que su hermana mayor se hizo pasar por su madre cuando la mía decidió llamarle anoche— les debía tanto a Irene y a Ernesto que solo esperaba poder pagarlo algún día.

Supongo que a quienes debería agradecer aún más es al padre de Johnny y a su esposa, ellos se encargaron de comprarnos los boletos y ellos son nuestro único apoyo ahora. Me recargué en el asiento y miré de reojo a Jonathan, esto es una locura, ha sido una locura desde esa noche y pronto vamos a ponerle fin.

—Estuve pensando toda la noche.

—¿En qué?

Jonathan se voltea como puede y toma mi mano, mirándome a los ojos.

—Podemos quedarnos con el bebé. Voy a terminar con Casandra para estar contigo, buscaré un trabajo, podemos hacerlo Greta.

—Somos un par de adolescentes imprudentes a cargo de un bebé, ¿te das cuenta de eso? Yo soy un bebé todavía, un bebé no puede hacerse cargo de otro bebé.

Logré sacarle una sonrisa con ese último comentario que hice acompañado de un puchero, fue entonces que busqué recargarme en su hombro, entrelazando sus dedos con los míos.

—No podemos hacerlo, Johnny. Tenemos muchas cosas que hacer aún, yo quiero estudiar Comunicaciones, entrar a trabajar a Vogue Latinoamérica. Y tú... Estoy segura que tienes planes también. Un bebé los cambiaría y yo, yo no estoy dispuesta a renunciar a mis planes por esto. —Le digo, sin mirarlo—. Ahora solo es un conjunto de células, yo ni siquiera siento algo por él, no lo quiero.

—Pero Greta...

—Ya tomé mi decisión y tú me dijiste que harías lo que yo quisiera. Quiero deshacerme de él y eso vamos a hacer. Ya fuimos demasiado lejos con los documentos falsos del intercambio, ahora vamos a ir a hacer lo que tengamos que hacer y acabaremos con esto de una vez por todas.

Cerré los ojos y dejé escapar un suspiro. Estos días lejos de casa se me van a hacer eternos y estoy segura de que no me voy a quitar a mi mamá de encima, así como es, me va a estar llamando a todas horas para saber si estoy bien. Vaya, creo que no puedo decir que he estado bien durante las últimas dos semanas ¿cómo podría estarlo? Le mentí a mis padres, le mentí a Casandra, encima estoy tomándole la mano a su novio y estoy embarazada de él.

Casandra indirectamente también salió embarrada en esto, tuvimos que armarnos una historia más para justificar nuestra ausencia al mismo tiempo, historia que estoy segura solo creyó la mitad y por todos los SMS que le mandó a Jonathan mientras estábamos en el aeropuerto, supe que ella tampoco va a dejar de llamar.

—Yo no me arrepiento de esa noche. —Continúa Jonathan—. Te besé porque lo quise, te hice el amor porque lo necesitaba, necesitaba de ti Greta Santillana Urtaza.

—¿Y tu novia?

—Con Casandra es diferente. Somos muy diferentes y tú y yo... Tenemos tantas cosas en común, eres como mi alma gemela, no lo sé, contigo todo se siente bien. Incluso cuando estoy contigo siento tanta paz, siento que todo está en su lugar.

—No puedes hacerme esto... No le puedes hacer esto a Casandra.

—Te juro que he tratado de terminar con ella antes, pero se pone a llorar y me complica todo, se pone muy rogona. Si he aguantado un poco más es para no hacerla sufrir.

Un Pequeño SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora