Miré a mi papá hablar por teléfono en la sala de espera, ¿qué no se supone que debería estar en este momento en la habitación con mi mamá? ¡Alguien tiene que cuidarla! ¿Qué está haciendo ahí hablando? ¿En serio la dejó sola? ¡Y así quería que me fuera tranquila a casa!
—¡Greta!
Mi papá terminó con la llamada telefónica unos segundos después de haberme visto, guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y se acercó a mí para averiguar por qué decidí regresar. Pero era yo la que quería hacer las preguntas primero.
—¿Y mi mamá está sola?
—No, vinieron sus amigas de la iglesia y me pidieron un rato en su habitación para orar por ella. —Responde, dejándome más tranquila de alguna forma—. Pero tú, ¿qué no se supone que te ibas a ir a descansar? ¿Qué haces aquí, hija? Quedamos que yo me iba a quedar a cuidarla.
—Sí ehmm... Respecto a eso...
Volteé a ver a Jonathan, con un ademán le pedí que viniera conmigo. Melanie estaba escondida detrás de él como si fuera una pequeña niña asustada, sé que ella se siente exactamente igual que yo, sé que está nerviosa, que no sabe qué esperar de esta primera vez conociendo a personas cuya sangre corre por sus venas pero que jamás ha visto en su vida. ¡Qué sensación tan extraña! Y qué situación llena de incertidumbre, ¿cómo va a reaccionar ella? Eso es lo que me preocupa.
—Hay alguien que quiere conocerte.
Volteé a ver a Melanie y le pedí que se acercara. Mi papá se quedó helado al verla por primera vez a los ojos y Mel, ella ni siquiera sabía qué decir o hacer, simplemente dirigió la mirada hacia Jonathan, como si estuviese buscando ayuda. Creo que yo tenía que dar el primer paso, ya que ninguno de los dos se atrevía a hacerlo.
—Papá, ella es Melanie Farah, tu nieta.
—Sé quién es, es tu vivo retrato cuando tenías esa edad. —Menciona, sin dejar de mirar a Mel—. Me siento como si te estuviera viendo a ti a los catorce años.
—Hola... Yo... Tenía ganas de conocerte.
—Y yo a ti Melanie, no sabes cuánto tiempo imaginé este momento. No tienes idea de cuántas veces pensé en ti. ¿Puedo abrazarte?
Melanie asintió con la cabeza, dándole consentimiento para hacerlo. Mi padre abrió los brazos y Mel aceptó el abrazo, apenas vi esa escena los ojos se me llenaron de lágrimas, jamás imaginé que algún día iba a mirarlos de esa manera, mi padre abrazando a su nieta con tanto amor, besando su frente y diciéndole lo mucho que pensó en ella durante los últimos años. Creo que nunca le pregunté cómo se sentía al respecto, porque mi padre, al igual que Jonathan, respetó todas las decisiones que tomé alrededor del embarazo y la adopción. Pero ahora que los veo de esta manera, me doy cuenta que en el proceso rompí varios corazones y no solo el de Johnny, como lo pensé durante tanto tiempo.
—Cuando naciste eras tan pequeña. Le pedí a Brenda que me dejara cargarte porque no dejabas de llorar y ella tampoco sabía qué hacer porque de alguna forma, tú la convertiste en madre por primera vez. —Le dice, sin dejar de mirarla a los ojos—. Apenas te tuve en mis brazos dejaste de llorar, pero solo pude tenerte conmigo quince minutos y después... Te quedaste en San Antonio y no volví a saber nada de ti. Pero no dejé de pensar en ti todos estos años, mi única nieta.
—Yo, no sé qué decir. I mean... Sigo muy confundida, pero... —Melanie estaba luchando por no llorar, lo notaba en su voz—. Siempre quise sentir lo que es tener un abuelo, mis abuelos murieron hace mucho tiempo y nunca los conocí, bueno hablo de mis abuelos adoptivos porque la mamá de Johnny todavía está viva y ustedes... Esto es, complicado y no sé, perdón si no sé cómo reaccionar pero todavía estoy intentando...
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Un Pequeño Secreto
ChickLitUna noche del 2007, dos adolescentes, alcohol y sexo por primera vez. Una noche que jamás olvidaron porque quedaron unidos de por vida a un pequeño secreto que tuvieron que mantener guardado por los últimos 14 años. Ahora que Greta ha regresado a Mé...