Un break de la vida en la ciudad, ¡Dios mío! Vaya que lo necesitaba, estar alejada de todo me sirvió para muchas cosas como meditar, tomar el sol, tener esos momentos de romance que hace mucho que no tenía con Nicco. Ha elegido la locación perfecta, estar en un lugar lejos de la metropoli sin utilizar el teléfono realmente ha sido una experiencia terapéutica para mí. Mientras caminaba con él a mi lado por la playa, mojando mis pies, pensaba en lo que pasaría una vez que terminaran estos días de vacaciones. ¿Qué sigue después?
—¿En qué piensas?
—En nada. —Le respondo, apenas esbozando una sonrisa, intentando pensar en alguna excusa—. En que no me puse protector solar y mi piel...
—¿Lo dejaste en la habitación?
—Sí, en el baño.
—Vaya, sí que estás dispersa. Nunca olvidas ponerte el protector solar.
Niccolò conoce tan bien mi rutina, de hecho, de no ser por los secretos que tengo guardados, juraría que él es una de las personas que mejor me conoce. La forma en la que conectamos, en la que llevamos nuestra relación, es maravilloso. Las relaciones sentimentales no eran lo mío hasta que lo conocí a él, me cansé de salir en citas con hombres que no buscaban nada serio o que no superaban a su ex, hasta que Nicco apareció en mi vida.
—Greta... —Nicco me hizo detenerme, me soltó de la mano y se puso frente a mí, mirándome con un semblante bastante serio—. Vamos a casarnos. Ya llevamos varios años juntos, creo yo que estamos listos para hacerlo. ¡En verdad que no puedo esperar para tener una familia contigo! He soñado incluso con una bebé, nuestra pequeña Vittoria. ¿No te imaginas? Tú, yo, Vittoria y Pallina. Quiero que seas mi esposa.
—Sé que me lo estás pidiendo por lo de la residencia y no quiero casarme contigo para nacionalizarme italiana.
—No te lo pido por eso, te lo pido porque te amo.
Él tomó mis manos y buscó mi mirada, sé que en el fondo lo dice por la residencia, porque al igual que yo, ese tema no lo ha dejado dormir bien.
—No. Mi respuesta es no por ahora. —Le digo, soltando su mano para tocarle el rostro con dulzura—. Quiero casarme contigo, pero no bajo esta circunstancia. Déjame obtener yo sola la residencia y una vez que la tenga, nos casaremos. ¿Sí?
Nicco asintió con la cabeza y entonces yo me acerqué a él para besarlo en los labios. Sabía que mi respuesta lo ha dejado desconcertado, pero preferí que fuera de esta manera a rechazar una propuesta de matrimonio bien elaborada con un anillo. Además, ¿de dónde habrá salido la idea? ¿Acaso Alessia habló con él? Una boda no es la solución a mis problemas, esos van más allá de lo que yo puedo hacer. Me vetaron de Condé Nast y Luca es tan poderoso en el mundo editorial que ha logrado que grandes revistas de moda me cierren las puertas. Mis números en Instagram bajaron considerablemente, perdí contratos con patrocinadores y por si fuera poco, ahora hay YouTubers y Tik Tokers hablando de la supuesta rivalidad que existe entre Cornelia y yo, agregando más chismes a esto, chismes que están muy alejados de la realidad.
Solté a Niccolò y me acerqué mucho más al mar, agarrando mi sombrero antes de que la brisa se lo llevara. Nos quedan pocas horas en este lugar, unas horas más para que la realidad me golpeé de nuevo. Estuve pensando en mil soluciones, incluso consideré dedicarme por completo a mis redes sociales como me lo propuso Alessia, pero con esos números a la baja y esto tan fresco aún, es imposible que las haga renacer.
Además, Cornelia ha aprovechado mis malos comentarios para hacerse más fama, me sorprendía la capacidad de esa mujer para monetizar todo. Y yo, yo estoy viendo como llegar al fin de mes, no quiero depender de mi novio, desde hace doce años yo sola me he hecho cargo de mis gastos y no quiero convertirme en una mujer económicamente dependiente, esa no soy yo.
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Un Pequeño Secreto
Chick-LitUna noche del 2007, dos adolescentes, alcohol y sexo por primera vez. Una noche que jamás olvidaron porque quedaron unidos de por vida a un pequeño secreto que tuvieron que mantener guardado por los últimos 14 años. Ahora que Greta ha regresado a Mé...