Capítulo 33

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Icona de Baby K está sonando alto mientras termino de hacerme el cat-eye. Probablemente este es uno de los momentos que más disfruto cuando sé que voy a asistir a este tipo de eventos: acicalarme. Y es que hacerlo en mi habitación en compañía de Melanie definitivamente fue una experiencia completamente diferente. Más que sentirlo como un vínculo madre-hija, lo sentía como si estuviera con cualquier otra amiga haciéndolo. El maquillaje extendido en la cama, la plancha para el cabello encendida y puesta sobre la esquina del tocador, Melanie pasándola por los mechones de su cabello para alisarlo y yo buscando la mejor combinación para que mi outfit estuviese de acuerdo al estilo de Lorena Saravia.

—Vaya, vaya, no sé si entré a la habitación de Greta o a Leonora's Studio.

—¿Cómo quedamos? —Pregunta Melanie.

—Preciosas, como siempre. Bueno, hoy un poquito más... Ya sabes, le echaron más producción. —Menciona Pablo, sentándose en la cama—. Y se necesitará bastante producción para limpiar después todo este relajo.

—¿Cómo andamos de tiempo?

—Si salimos en veinte, llegamos perfecto.

Melanie no podía dejar de sonreír y decir lo emocionada que estaba. Es su primer acercamiento con la industria de la moda, la primera vez que asiste a un desfile y no podía dejar de hacerme preguntas al respecto. Yo en el volante, Pablo a mi lado poniendo la música y Mel en la parte trasera, acercándose lo más que podía, recargando ambos codos en los asientos, hablándome demasiado cerca. «Cuéntame sobre tu primera vez en un desfile» «¿Conociste a Donatella?» «¿Cómo es un Fashion Week?» Y es que con todas sus preguntas solo me hizo recordar a que ya casi es la Semana de la Moda en Milán y en París y me hizo extrañar mi vida allá hoy más que nunca.

Mientras la veía de reojo a través del espejo retrovisor, solo pensaba en lo diferente que hubiese sido todo si me hubiera ido con ella a Italia desde que era un bebé. ¿Lo habría logrado? ¿Habría llegado tan alto? No lo sé, lo único que sé es que hubiese sido maravilloso vivir con mi Mel en Milán, vivir juntas eventos de este tipo, Fashion Weeks y desfiles a lo largo del año, presentaciones de bolsos y perfumes, eventos sociales de los que he sido vetada por un maldito vídeo que se hizo viral. Pero... Aunque el hubiese suene increíble en mi cabeza, esta es mi realidad hoy.

El evento se va a llevar a cabo en el Ex Convento de San Hipólito y no pudieron elegir una mejor locación para hacerlo. Melanie me apretaba la mano con fuerza a medida que íbamos caminando hacia nuestros lugares designados y Pablo se colgó el gafete de prensa para irse a tomar las fotografías del desfile.

—Algún día yo voy a tener un evento así Greta, voy a estar en el Fashion Week de mi país, en el de Milán, Londres, París, incluso aquí en México, I swear.

—Así será Mel, ya lo verás.

A lo lejos vi a Abigail, está con su teléfono documentando todo, me di cuenta por su forma de sostenerlo y hablarle a la cámara, por lo que supongo que el agradecimiento por haberme conseguido un lugar de último momento va a tener que esperar. Por supuesto que la forma en la que arreglaron la locación iba con la marca de Lorena, minimalista, elegante, atemporal y contemporánea, no hay mejor forma de describir el estilo de esta diseñadora. Y es que incluso la forma de abrir el desfile lo marcó todo, Paulina luciéndose como siempre, con ese cat-walk que muchas nepo-babies envidiarían... Y la forma en la que Colu hizo el cierre, quizás fue el broche de oro que esto necesitaba.

—¿Qué tal?

—Mucho mejor que en los vídeos. —Responde Melanie, sosteniendo con fuerza su invitación, hasta dejarla arrugada—. ¡Y créeme que he visto bastantes! Vivirlo definitivamente es...

Un Pequeño SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora