Los hermanos Potter y la cámara de los secretos

Capitulo 25: El verdadero heredero de Slytherin

Este lugar me da muchos escalofríos, hay muchas estatuas en forma de cabezas de serpiente, cada paso que doy siento que me observan de manera intensa.

Incluso estuve tentado a cerrar los ojos y tapar los de Harry cuando sentía que una se movía a nuestras espaldas.

Ahora delante de nosotros está otra estatua pero diferente a las demás, es de un hombre, pero no de cualquier hombre, lo reconozco, este es Salazar Slytherin, cabe destacar que en el pasillo hay muchos charcos de agua.

Miro hacia abajo notando una cabellera pelirroja tendida en el suelo inconsciente, es Ginny pero para mí desconcierto ella tiene el diario de Tom Riddle entre su pecho y su brazo.

—¡Rápido no vaya hacer que este herida! —Exclamé señalando a la Weasley.

—¡Ginny!—Susurra Harry.

Ambos empezamos a correr hacia ella muy preocupados de que tenga alguna herida.

—¡Ginny! ¡Por favor no te mueras! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta por favor!—Exclama Harry.

Tomé su mano tratando de sentir su pulso.

—¡Ginny estamos aquí, te pido, tienes que despertar!—Esta vez exclamé yo horrorizado al notar que su pulso está bajando.

—No lo hará—Dijo una voz fría pero a la vez con un tono condescendiente y algo de burla.

Está parado en una columna mirándonos, es un muchacho alto y tiene el cabello negro.

Al verlo más de cerca enseguida lo reconocí.

—Tom, Tom Riddle—Murmuro Harry sorprendido—¿Cómo que no lo hará? ¿Esta...?

—Aun sigue viva—Contesta Riddle—Pero morirá.

—¿Que haces aquí? Deberías estar ya muerto o un anciano—Dije.

—¿Eres un fantasma?—Harry le pregunta.

—Soy un recuerdo—Contesta él—Reservado en un diario por 50 años.

—Hay que ayudarla cada vez está más helada—Dije sin soltar la mano de Ginny—Tenemos que moverla.

—Ginny por favor no mueras—Le reuga Harry—Despierta, ayudame Tom, aquí ahí un basilisco.

—Necesito mi varita...¿Que haces con nuestras varitas?—Pregunte al ver a Tom Riddle juguetear con nuestras varitas—¡Dámela!—Él me ignora mirándome a los ojos—¡¿No estás escuchando?! ¡Podemos morir por el basilisco!

—No vendrá si no lo llaman—Responde él.

—¡Danos nuestras varitas!—Esta vez le ordena Harry.

—No la van a necesitar—Contesta Riddle.

—Debemos salir para salvarla—Dice Harry un tanto desesperado.

—Temo que no lo haré muchachos, mientras la pobre Ginny se debilita, yo me hago fuerte.

—¡¿Que?!—Exclamé yo.

—Muchachos Ginny Weasley fue quien abrió la cámara de los secretos—Revela.

¡¿Cómo?!

—¡Imposible! ¡Ella nunca lo haría!—Exclama Harry.

—Ella lanzó el basilisco a los sangre sucia y la gata de Filch, retorció el pescuezo a los gallos del colegio y escribió los aterradores mensajes de las paredes—Dijo Riddle sin inmutarse.

—¿Por qué?—Preguntamos mi hermano y yo al mismo tiempo.

—Porque se lo ordene, encontrarán que puedo ser muy persuasivo. Ella no sabía lo que estaba haciendo, digamos que está a en un trance pero el poder del diario comenzó a asustarla y trato de deshacerse de él en el baño y luego quienes lo descubrieron fueron ustedes dos, las dos personas que más quería ver—Revela más.