El Arte De Fingir [JELSA] (#1) ✔︎

15. El Chico De Las Estrellas

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......

Elsa

—Elsa, alguien te busca afuera.

Me puse de pie, le dediqué una pequeña sonrisa educada a mi superior, la señora Morgan y salí de la oficina, al hacerlo, me encontré en el pasillo con Tooth.

Fruncí el ceño y me acerqué a ella.

—¿Tooth?

Ella sonríe.

—Hola, Elsa. —Se acerca a mi y me besa la mejilla. —¿Como estás, bonita?

—Bien, gracias ¿Qué haces por aquí?

Vale, me quise matar luego de hacer esa estúpida pregunta, era la empresa de su madre, duh.

Pero su respuesta, me hizo fruncir el ceño.

—Vengo a buscarte.

—¿A mí? —Pregunté incrédula. —¿Por qué vendrías a buscarme a mí?

Ella sonrió.

—Busca tus cosas, bonita. Nos vamos al local.

—¿Hablas de... Tú salón? —Ella asintió sonriente.

—¡Si! Tienes una sesión conmigo ahora. —Me tomó la mano y observó mis uñas que pinté la noche anterior. —No están mal, pero yo te las dejaré mejor y te durarán más tiempo.

Suspiré.

—Tooth, tengo que terminar mi horario, además, no tengo dinero —Admití con algo de vergüenza.

—El dinero no es un problema, yo invito, bonita.

Apreté los labios poco convencida ¿Por qué tenía que rodearme de gente millonaria?

—Mi horario...

—Oh, no te preocupes por ello, terminas dentro de 30 minutos, lo sé, y yo tengo que ir a ver una cosa a la oficina con mamá, así que termina tu horario tranquila y luego nos juntamos a la salida del edificio ¿De acuerdo?

Sonreí negando. Esta chica estaba loca.

—De acuerdo. —Dije rendida, Tooth era muy insistente.

Ella chilló emocionada y besó mi mejilla sonoramente antes de irse por el pasillo para tomar el ascensor.

Solté una risita y volví a entrar a la oficina para terminar mi horario.

Concentrarme estaba difícil, debo admitirlo. Mi mente seguía perdida, y no en cualquier lado. Estaba perdida en la mirada de Jack, en la sonrisa que cargaba el día de ayer, la súplica y la quiebre de su voz. Pero luego recordaba todo lo que pasó aquella noche y a la mañana siguiente, y todo se volvía un huracán en mi mente. Seguía sin creerme que Jack se haya comportado de esa forma.

No parecía Jack.

Así que intentando concentrarme de lleno en el trabajo, pasé esa media hora diseñando y llenando formularios de pasarelas futuras.

Cuando por fin terminó mi horario, salí el encuentro  de Tooth en la salida del edificio.

—Estoy lista. —Dije al llegar a su lado, Tooth volteó a verme con una sonrisa.

—¡Genial! Vamos al salón.

Asentí y la seguí hasta el aparcamiento del edifico, tenía un precioso auto muy sencillo de color gris. mi meta, era un día tener un auto así para mí.