3. Besos Y Más Besos

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No olvides votar y comentar, estrellita✨❄️

......

Jack

—Sigo sin entender cómo es que tu cabello es platinado, casi blanco pero no eres albino.

Rapunzel jugaba con las hebras de mi cabello en desorden.

—ugh, genética, supongo —Dije sin ánimos intentando concentrarme en el libro que leía.

Rapunzel siempre había sido muy curiosa, era algo que me gustaba de ella, su hambre por conocimientos no saciaba nunca. Quería saber de esto y de aquello un poco, conocer detalles, tener su mente ocupada.

—Tu padre es rubio, pero no tanto —Murmuró para sí misma. —Y tu madre es castaña.

Di vuelta a la siguiente página y apoyé mi mentón en la Palma de mi mano.

—Pareces molesto, Frosti —Me dice ella pasando su atención de mi cabello a mi rostro. —¿Sucede algo?

Tú sucedes, Punzie. Sucede que me dueles.

—Solo estoy cansado —Murmuré.

—¿Quieres ir a casa? —Susurro entusiasmada. —O podemos ir a tomar helado si quieres.

Negué.

—Deberías salir con tu novio.

—¿Estás celoso, Frosti? —Preguntó divertida.

Puse los ojos en blancos.

—Muy novio tuyo podrá ser, pero sigues siendo mi pequeña mejor amiga —Por fin le di una sonrisa y ella suelta una risita suave apoyando sus dedos en mi antebrazo.

—Eres un poco posesivo.

—Dime, ¿Te trata bien?

—Eugene es perfecto, Jack. No tienes de qué preocuparte —Me aseguró.

Pero noté el leve tono titubeante.

—Vale, vale.

—¿Qué harás esta tarde? Flynn ha quedado con su amiga —Me dijo sonriendo.

—¿No te pasa nada con que vaya con Elsa? —Rapunzel negó.

—Ella es para él, como lo que eres tú para mí.

Vaya, eso dolió.

—Mh, de acuerdo. Te debe gustar mucho ese idiota.

Ella frunció el ceño.

—Eugene no es un idiota. Y si, me encanta.

—Vale. —Cerré el libro en mis manos sin ser capaz de concentrarme en tanto término. —Vamos a mi departamento, ¿Noche de películas en pleno lunes?

Ella asintió entusiasmada.

—Me parece perfecto.

—Vale, nos vamos juntos luego de la universidad.

Guardamos nuestras cosas y salimos de la biblioteca para ir al campus, las clases iniciarían dentro de poco y el trayecto era algo largo.

Justo antes de llegar al pasillo del salón de Rapunzel, nos encontramos con Elsa.

Vale, y aquí venía de nuevo la chorrada de fingir.

—Hola, estrellita —Ya se me había pegado la costumbre de llamar estrellita a Elsa, era cómodo y no parecía tan fingido.

La chica volteó a verme con una falsa sonrisa.

—Hola Jack —Se acercó a mí y dejó un corto beso en mis labios.

El Arte De Fingir [JELSA] (#1) ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora