El Arte De Fingir [JELSA] (#1) ✔︎

19. Memorias Del Corazón

Estamos de regreso ❤️

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Jack

Una cita perfecta, eso es lo que había sido, y ya pasaba de ello una semana, quizás un poco más, ya había perdido la cuenta de los días.

Solo sé, que febrero está a punto de llegar a su fin y luego de dos meses, por fin estoy recuperando a mi chica.

—¿Esto que es?

—A veces eres tan idiota ¿No puedes deducirlo por ti mismo? —Pregunta Adam rodando los ojos.

Solté una risita.

—No me digas que ya están tomando decisiones.

—Tomamos esta hace un tiempo ¿por qué crees que estás recibiendo la invitación?

Sonreí abriendo el elegante sobre color amarillento. Esbocé una gran sonrisa de oreja a oreja y me lancé sobre Adam haciéndolo reír.

—¡Te felicito idiota! —Le digo entre risas y gritos.

—¡Bájate Jack! —Reclama riendo. —Vale, vale. Gracias.

Riendo, volví a poner los pies sobre el suelo y coloqué mi mano en el hombro de Adam.

—Estoy feliz por ti, amigo. De verdad.

Adam sonríe y revuelve mi cabello.

—Gracias, Jackieeeee.

Rodé los ojos.

—Idiota.

—Mira, ahí va mi prometida —Dice sonriendo con emoción.

Bella venía caminando con Elsa, charlando y riendo, cuando nos ven, camina hacia nosotros.

—¿Como está mi borracha favorita?

Elsa rodó los ojos.

—Una semana y sigues sin superarlo, idiota —Masculla.

Rei y besé su mejilla mientras los otros dos se morreaban.

—Entonces ¿Ya lo supiste? —Me pregunta sonriendo.

Asentí.

—Prepara tu mejor vestido para el 3 de Junio.

Elsa sonríe y mira a la parejita que acaba de repartir las invitaciones de su boda.

—Ellos son como una cosa muy linda de ver —Me dice divertida. —A veces parecen un matrimonio de 10 años peleando y otras unos adolescentes de 17 morreándose con vitalidad por los rincones —Comencé a reír y pasé mi brazo por sus hombros.

—Toda la razón.

—Como sigan hablando de nosotros esas invitaciones volaran de sus manos —Dice Bella.

—Soy tu mejor amiga.

—Y yo el mejor amigo de tu novio —Sentencio.

Ella rueda los ojos.

—Vale, vale ¿Vamos a almorzar? —Pregunta Adam mientras abraza a Bella por los hombros.

Asentimos y entre charlas y risas nos fuimos caminando hacia el comedor.

—¿Esa es Rapunzel? —Pregunta Adam captando por completo mi atención.

Los cuatro volteamos a ver, Rapunzel estaba sentada sola en la mesa del frente, mirando sin atención su bandeja de la comida.