El Arte De Fingir [JELSA] (#1) ✔︎

14. Intento Fallido

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Jack

—Media hora para año nuevo —Dice mamá con la voz emocionada.

—Vamos, digan ¿Cuáles son sus propósitos para este nuevo año? —Pregunta mi tía Rochel sujetando con elegancia una copa de champaña en su mano.

—Él mío, es poder tener más tiempo con mi familia y por supuesto tener a mi grandioso hijo trabajando codo a codo conmigo en la empresa —Dice papá sonriendo. le devuelvo una leve sonrisa y desvío mi mirada a mi copa de champaña.

—¿Sophie?

—lograr hacer la dieta —Eso hace reír a mi tía y a mi prima.

—¿Cariño? —Dice volteando a ver a su esposo.

—Mh, no lo sé, linda. Quizás... Irme de viaje con mi familia en el verano.

Mi tía abre los ojos asombrada y deja la copa a un lado.

—¡¿Nos iremos de viaje!?

Mi tío asiente.

—Si, dos semanas en las islas vírgenes. —Le dice mi tío con orgullo, causando un chillido por parte de Tía Rochel.

Ella se lanza a los brazos de mi tío.

—¡Ah! ¡Te amo! Eres el mejor —Le da un tierno beso que hace reír a mi madre y mi prima.

—¿Y tú, sobrina? —Pregunta papá a Tooth.

—No sé, conseguir abrir una nueva sucursal en otra galería y ser más paciente con los chismes de mis clientes.

Eso hace reír a todos. Menos a mí.

—¿Y tú, Jackie? —Me pregunta mamá.

Recuperar a mi estrellita.

Me encogí de hombros y bebí un poco de mi champaña.

—No tengo.

—Cariño...

—Quizás conseguir un piso más amplio —Digo restándole importancia.

Mamá me da una mirada de lástima, la cual ignoro. Mamá no sabe que fue exactamente lo que pasó con Elsa, pero si sabe, que entre nosotros las cosas están mal, que no hay nada.

Mi familia sigue hablando del viaje que harán mis tíos durante el verano, pero mi mente queda muy lejos de aquí.

Mi mente está en mi platinada de ojos azules, mi estrellita.

En cómo dejé que las cosas se acabaran por no haber hecho las cosas bien, por cegarme por la rabia.

Como dejé que se fuera esa mañana con los ojos empapados en lágrimas, intentando explicarme lo que yo no quería ver.

Era un idiota, si. Y lo merecía, lo entendía. Pero eso no significaba que no volvería a intentar recuperarlo, porque planeaba recuperarla a toda costa. Haga lo que haga, mis estrellita va a volver a mis brazos. La voy a recuperar.

Mientras lo minutos pasan, no puedo sacármela de la cabeza, sus ojos tristes, la mirada perdida, los labios temblando y las lágrimas cayendo por su rostro.

Ella intentando explicarme, ella preguntando que me pasa.

Ella intentando besarme, y yo, apartándola.

De repente sentí muchas ganas de llorar. Me puse de pie y mamá me llamó antes de cruzar el umbral hacia el pasillo.

—Jackie, cariño, ya van a ser las 12 ¿A dónde vas?