Capítulo 24

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- GABRIEL TORRES DE LAS MERCEDES
¡¿COMO FUISTE CAPAZ DE BABOSEARTE CON SIMÓN
Y NO DECIRME NI "A" ?!
-Bueno, creo que hasta Juana de Arco se enteró que estás indignada. -le dijo a la castaña a mi derecha.
- ¡¿GABI ME ESTAS JODIENDO?! ESTOY QUE SALTO POR LAS PAREDES -dijo Mara abrazandome y saltando al mismo tiempo. Los chicos del pasillo levanten la vista hacia
nosotros.
-Igual recien estamos viendo que pasa con esto. Tal vez no dure, que se yo -digo algo entristecido al imaginarme el hecho de pelearme con el castaño.
-Gabi, no seas tonto. Yo creo que Simón no se arriesgaría para "ver que onda". Y menos con el paki-historial que tiene Leónidas... -me río al escuchar
cómo combinó "paki" e "historial" sin esfuerzo y la énfasis que hizo en la última oración.
-Puede ser, pero me aterra no llenar sus expectativas. Mirá si...sólo le gusta como soy yo como amigo. Mirá
si no le gusta mi intensidad o si no la empieza a pasar bien conmigo.
Mara me agarra de los hombros. -Estás
sobre-pensando las cosas.
Primero: ¿DE QUÉ ESTAS HABLAANDO? - dijo la
castaña imitando a Edna modas.
Ustedes se tiraban rayos láser con razones al mirarse, más o menos. Aparte, las cosas no cambian tanto
cuando pasas de ser "amigos" a "pareja".
Si quieren, pueden mostrarse en la escuela, o no. Pueden subir fotos juntos o no. No hace falta que sigan las
reglas que todas las parejas siguen. Y además, si una persona te gusta como
amigo, como pareja sólo le agregas muestras de cariño...distintas a la de amigos y ya está.
Entiendo tu miedo porque es tu primer pareja, pero no te bloquees por miedo a caer, bobi. Y menos si caes en esos fuertes y definidos brazos -dijo Mara con voz de película y su cara de embobada.
La empujo suavemente ante la tontería que dijo.
- ¿Qué? Mirá lo que te dejo en bandeja, asique VÉ, ENFRENTA EL PROBLEMA, PELEA, GANA. Y llámame
cuando vuelvas cariño, adoro tus visitas -concluyó el tema con el final del diálogo citado anteriormente y me
abrazó por los hombros-.
- Hoy no creo que lo veamos igual. Quiere contarle a sus amigos. Le dije que podía vernos en las gradas si
lo necesitaba.
Casi no interactuamos en el salón, pero está bien. Me dió el tiempo para terminar esta idea.
Era un dibujo donde una mujer recibía un ramo de rosas por parte de su pretendiente y la sombra de esta
figura le disparaba a la señora.
Arriba estaba escrito con imprenta: "¿Cuánto hay escondido detras de excusas moralmente aceptadas?"
-Wow, Gabi esto es...increíble -dijo anonadada y sonriéndome; se notaba la rendición y sinceridad en su
voz.
Lo único que te pido es mi cara en alguna pintura de tu exposición. Todos merecen ver esta obra de arte -dijo
acercando el dorso de sus manos a su cara y posando como si fuese a ser retratada-.
-No, prefiero que me acompañes y seas mi socia. -le digo, sonriéndole.
Extrañaba hablar con Mara. A veces siento que no recapacito en lo increible que es, hasta que hablo con
ella.
Me conoce y cuida desde chicos. Ella es una de las únicas personas con las cuales lloro sin culpa, o con la
que me río a carcajadas de mí mismo, o de nosotros, o de la nada, pero compartimos la misma sintonía.
-Ojalá que Lucas sepa muy bien con quien se enganchó. De lo contrario, habrá que acomodarle las ideas -le digo a Mara enchinando mis ojos y poniendome serio.
Ella se ríe y yo, como ritual, vuelvo a sentirme agradecido por tenerla.

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