Lunes
7:05 am
Todos se esperan que llegue en un buen auto a la escuela
o que me traigan mis "amigos"
pero a decir verdad, prefiero tomar el colectivo.
Hay algo en ese transporte que me genera "independencia", aunque dependas de que pase a horario.
Sólo tienes que prestar atención a tu parada, no manejás, los accidentes no los cometés vos...Y lo importante, podes sentirte en una película por ratito, si tenes buena música en tu teléfono.
La aurora estaba oculta detrás de una lluvia serena. Y allí, cuando todos aprovechaban para dormir
yo me quedaba despierto
conteniendo a mi niño interior para no empañar la ventanilla y hacer dibujos tontos.
Llego a mi parada y me cruzo con la única persona con la que me hablo en el colegio: Mara.
Con Mara nos conocemos desde tan chicos que mi mente bloqueó el comienzo de la amistad.
Pero no la necesito para saber que no la quiero apartar de mi vida.
Todo va bien hasta que tocan las 7:30 para entrar a distintas celdas (como les digo yo).
Preguntas vanales, repuestas repetidas, pero todo está bien cuando estoy con ella, asique no nos molesta.
La profesora Romitti de Filosofía ingresa al aula.
Creo que me tendría que haber tomado un café de desayuno.
Sus clases son interesantes (son de las únicas a las que presto atención)
pero es muy temprano como para que mi cabeza procese la información.
De todas formas, se pasa rápido.
Hasta que e l t i e m p o c o m i e n z a a i r
m á s l e n t o.
Luciana nos dice que se va a unir este mes con el departamento de lengua para trabajar alguno de los temas de la filosofía con los dioses griegos.
La idea es crear una historia que conecten los dos temas.
Perfecto, las dos materias interesantes, me defiendo en las dos materias, se preguntarán: Gabi, ¿Por qué tanto escándalo?
Y ahí se los comento:
Luciana elegía a las parejas, OBLIGATORIAS (suelo hacer los trabajos por mi cuenta porque casi nunca concuerdo con los chicos de mi salón, y las chicas siempre se ponen juntas y no les caigo bien)
y me tocó con...Simón.
Si, hemos cruzado miradas en La Estación, pero ni siquiera hablamos.
Solamente voy a respirar, mirarlo y listo.
Apenas termina de decir mi nombre, Simón me mira con una sonrisa de costado.
Como si fuera un espejo, le copio el gesto y trato de que la profesora no se de cuenta de que le escribo un whatsapp a Mara; si, la única persona que sabe que me gustan los chicos, y en especial Simón.
Me dijo que no me altere, que lo hablabamos en el recreo.
Asique decidí esperar.
Por suerte Luciana nos dijo que lo ibamos a hacer fuera de la escuela y que organizaramos en algún momento despues del final de su clase.
Toca el timbre y salen todos como una estampida al patio, pero nos encontramos con Mara en campo de deportes ya que las actividades comienzan luego de las 11 y es un espacio tranquilo.
Ya en mi "lugar de calma", comienzo a preguntarle que hacer, porque sabe que no hablo con ninguno de mi clase y menos con el castaño.
Mara me dijo que espere a que él decida el día de reunión, y que de ahi, hablemos sólo del trabajo.
Sabíamos que Simón era de reirse de las bromas de sus compañeros y que a fin de cuentas, el trabajo lo iba a terminar haciendo yo, ya que su "trabajar en grupo" es buscar algo random por internet y entregarlo.
Esperé, tomé un par de apuntes de las clases siguientes y algunas recomendaciones que dio Rodrigo para el trabajo asignado.
Hasta que mi pulso cardíaco se convirtió en una montaña rusa desnivelada.
Inesperadamente, apareció Simón en la puerta del salón. Y digo inesperado porque suelo salir último.
Me separé del banco de una forma brusca y mis expresiones no pasaron desapercibidas. Mientras tanto, el castaño no se resisitió a una pequeña carcajada.
Una montaña rusa atravesaba la estratosfera mientras me iba del lugar y lo único que se repetía era su risa, segundos significativos, dos letras juntas que en mi cabeza, hacían una sinfonía hermosa.
Volvi a la tierra cuando su mano fue apoyada por segundos en mi hombro, mientras me pedía disculpas.
Creo que me dijo que nos veíamos mañana por la tarde en La Estación, pero estaba tan extasiado, que a todo lo que me pronunció su boca, se lo respondí con un "si".
No tenia muy en claro que hacer, ni que llevar en ese momento, solo quería llegar a mi casa y procesar todo el día de hoy.
Y obvio, hablarlo con Mara.

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La Estación
Storie d'amoreGabriel y Simón son compañeros de curso hace cuatro años, pero lo único que tenían en común, era un salón de clases. Gabi siempre tuvo un crush con el castaño, pero hasta donde se sabe: Simón es heterosexual y sale con Eva. ¿Será esta una historia...