Capitulo 23

4 2 2
                                        

Simón
-¿Estas listo para mañana? -le escribo al pelinegro a la madrugada ya que no podía dormir.
-¿Listo para...? -respondió al minuto.
-Para ir mañana juntos a la escuela, tontín.-le respondí con ironía.
-Creo que los que se tienen que agarrar la peluca son los otros jajaja -me contestó con confianza, al parecer.
Realmente me estaba muriendo de nervios, pero decido mandarle un audio:
-Jajaja, igual me falta hablar con los chicos, creo que me voy a tomar el día para eso; no quiero que se pierda
nada Gabi, espero que lo entiendan.- terminé el audio casi con un hilo de voz.
Sé que está bastante más naturalizado salir del clóset ahora, pero me agarró un nudo en panza horrible.
Llega un audio del pelinegro y pareciera que su voz es distinta, todo me parece distinto ahora.
-Tranquilo Simo, yo tambien tengo que hablar con Mara; seguro se vuelve loca al enterarse, así que tomate el tiempo que quieras. Yo por suerte solo me hablé con Mara y bueno, a Olivia se lo tuve que contar
porque seguía con la esperanza de que sea hetero.
Igual estamos bastante distanciados, PERO ESE NO ES EL CASO.
El caso es, que todo va a estar bien, y si me necesitas, sabes que me encontrás en las gradas. -lo dijo tan franco, tan tranquilo, que la vibración de su voz, bajaba
mi ansiedad de un ondazo.
"Gracias amor" apareció escrito el el chat, pero decidí contestar con:
"Gracias corazón, descansa."
De todas formas, mi corazón estaba compitiendo con mis palabras para ver quien sonaba más fuerte, buscando causar interferencias.
Aunque no pude mandarlo, no quiero desaprovechar la oportunidad de ver en vivo la cara de Gabi cuando le
diga "amor".
-Vos tambien bebé, es tarde. -contestó el pelinegro.
Si queres, te dejo esta canción que me ayuda mucho a relajarme: -please by Jeremy Zucker and Chelsea
Cutler.
Le contesto los mensajes con un corazón, busco los auriculares para reproducir la canción que me mandó, y sin quererlo, me quedé dormido.
No más pensar en mañana, mañana es otro tiempo que no transito, y cuando lo haga, tengo paredes en las cuales rebotar si me debilito.

La EstaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora