La Estación

Capítulo 4

Miércoles
11:45 am
Un día más en el colegio, con las mismas caras, los mismos temas, y mi mismo escape: el dibujo.
Hice un par de garabatos y anoté un nuevo concepto que me ayudó a construir Luciana de filo:
"¿Qué es aquello que mis ojos ven y los demás no?"
Me propuse terminarlo esta semana.
Salí de la última clase del día, y volví a activar el correr de mi vida, de forma literal, ya que estaba por perder el colectivo.
Me subí escuchando Folklore de Taylor Swift -si, te puede caer bien o mal, pero al menos una vez cantaste una canción de ella- para tratar de no estresarme antes de pararme en frente de mi casa.
Giré la perilla de la puerta y me encontré con mi madre. Con Mara le decíamos "Bombita", porque tenemos una relación pasivo-agresiva. Y si la tocas, "explota".
Me dió un beso en la frente y se fue a la mini oficina.
Esta vez, trabajó desde casa; pero la mayoría de veces viaja, ya que al ser traductora, la solicitan conferencias y eventos específicos.
Después tenemos a mi padre.
Hombre sencillo, pero bastante cerrado.
Todavía cree que el hombre es el "dueño de la casa" y le costó un poco asumir que mi madre trabajara tambien.
Pero al pensar que lo ayudaría a ampliar el taller mecánico, aceptó.
Si, como verán, no suele pensar mucho en la felicidad de otros si no esta él beneficiado.
Por eso prefiero no hablar mucho con él, más allá de las noticias y cosas básicas de autos que me hizo aprender de chico.
Tomo la comida que me dejaron preparada y dirijo a encerrarme en el lugar más cómodo de mi casa, mi habitación.
Esta tiene una cama (duh?), un par de luces debajo un escritorio donde suelo dibujar, algunos posters con portadas de películas (incluso de aquellas que no vi aún, pero me gustaba su foto) y dibujos míos.
Tambien tengo una mini mesa plegable que suelo llevar al balcón y tomar un poco de aire.
No tengo una casa de lujo, pero tiene el espacio necesario para mí.
Todos pensarán que siendo único hijo, tus padres te llenan más de caprichos, pero no.
Mis materiales artísticos los compré vendiendo mis dibujos o han sido regalos de mi abuela.
A veces el universo deja cada persona compartiendo nuestro mismo aire y se lleva a los mejores... No sé si los protege antes de que empeoren las cosas o sólo son golpes que sabe que podemos soportar.
No voy a indagar más en mi vida, esto no es mi biografría y tampoco creo que alguien quiera leerla.
Pasé el resto del día tirado en mi cama hasta que apareció el recordatorio de que mañana voy a la casa de Simón.
La verdad que me sorprendió su actitud en el Café el lunes, pensé que me dejaría toda la artillería pesada, pero no.
Todavía no sé como iba a encajar a Medusa y Perséfone en una historia, pero al menos yo ya tenía una idea de los dibujos.
The 1975 vibra en mis oídos a las 11:11 pm y lo único que deseo es que mañana sea un buen dia.
Aunque me acosté temprano, mi cabeza se quedó pensando en las posibilidades de mañana hasta que se agotó y me dormí.