Simón
Llegó el día.
Llamé a Eva después del mediodía y no pude ni comer.
El nudo en mi panza decidió reemplazar a mi apetito.
Marcela me avisó cuando llegó y la sangre comenzó a correr de una forma fría por mis venas, como si contuviese el invierno en ellas.
Saludé a Eva con un beso en la mejilla y nos sentamos sobre mi cama.
-Realmente este día no estaba en mis planes y quiero empezar pidiendote perdón -Eva comenzó a acariciarme la palma de las manos; solía hacerlo
desde que nos conocimos cuando me ponía nervioso.
Continué diciendo con la voz algo temblorosa:
Eva, sinceramente sos una chica increíble y a veces, hasta el día de hoy me replanteo como me elegiste a mí delante de todos ellos -me río para cortar un poco
con la tensión que cargo. Pero...-la miro a los ojos y se me llenan los ojos de lágrimas -comencé a sentir algo por otra persona. Y realmente no entiendo como, ni por qué. Yo estaba muy seguro de que me
gustabas vos, de que me gustaban... las... chicas y ahor -fui interrumpido por la persona a mi lado y mi
dijo, con los ojos aguados.
-Espera...te gusta un...¿Chico? -aguardó mi afirmacion y con compasión me abrazó.
Acarició la parte de atras de mi cabello mientras me susurraba.
-Ey, está bien. No tenes que disculparte por sentir eso.
Las cosas, las personas y los sentimientos cambian.
No tenes nada de que disculparte o avergonzarte.
El amor viene de todas las formas posibles. Y ahora decidió mutar y encontrarse con vos en otro cuerpo.
-Es que no quería hacerte angustiar, sabes como soy yo, y no quería que te sientas como yo ahora - digo casi sin respirar.
Eva nuevamente vuelve a abrazarme y ahora lloro sobre su hombro.
-Es Gabriel, ¿No? -juntando fuertemente mis labios, asiento para contestar la pregunta de la rubia.
-Esta bien Simon. Sabes que desde el principio, mi objetivo era que fueras feliz siempre. Y si ahora me toca dejarte para que lo seas, esta bien -dijo Eva con la mirada baja y un par de lagrimas bajando por sus rojas pero delicadas mejillas.- Pero no te creas que te salvas de mi pequeño niño, yo quiero estar invitada a la boda -trató de sonreir-.
Yo, mientras tanto, solté una pequeña risa para cortar este difícil ambiente y le respondí: Vas a ser la dama de honor, así que anda buscando un buen vestido.
Vuelvo a abrazar por última vez a Eva, acariciando su espalda.
-¿Querés quedarte a merendar?
-No, gracias Simo -me dijo la rubia con delicadeza. Prefiero ir a casa.
-Entiendo si necesitas algo de tiempo, quedate tranquila. Yo no tengo pensado hacer algo más.
-Esta bien. Nos vemos en la escuela entonces.
-Nos vemos, Eva.
La última me dió una sonrisa antes de cerrar la puerta y abandonar mi habitación.
Siendo honesto, hablarlo me sacó un peso invisible de los hombros. Y me devolvió el hambre. Asique decidí
pedirle a Marcela la merienda.
En la espera, recibo un mensaje:
Gabi
Holaa. ¿Como está el único tincho que tolero?
¿Estas desocupado?
Si queres, podemos merendar.
Avisame <3.
Media sonrisa se dibujo en mis labios y tecleé:
Hola Miguel Ángel.
Estoy desocupado. Pero corté con Eva.
¿Mañana? Necesito distenderme tambien.
Vamos a cine con Mara, ¿Te parece?
Gabi
Dale. Yo le aviso. Y despues hablamos de lo otro si estás cómodo.
Te mando un abracito.
La última línea hizo que sonriera con fuerza.
Yo:
"Otro. Nos vemos mañana a las 3. Vamos a pasear al shopping primero".
Gabi
*tu modo tincho ha entrado al chat*
Esta bien, pero ni loco entro a Hollister.
Yo:
JAJAJAJA. Esta bien. Mara me haría la segunda igual
>:(
Chau, Torres.
Apagué el celu y me dediqué a dormir todo lo que quedó de la tarde.
Antes de irme a acostar, decidí terminar un
libro que tenía por ahi abandonado.
"Tus sentimientos nunca te traerán "problemas
porque tus sentimientos son tu verdad.
Puedes vivir sin seguir nunca tus sentimientos, y que cada sentimiento se filtre a través de la maquinaria de tu Mente, hazlo. Tienes libertad para
hacerlo. Toma tus decisiones basado en el análisis de tu Mente sobre la situación. Pero no busques alegría en esas maquinaciones, ni celebración de Quién Eres Realmente.
Recuerda esto: La verdadera celebración es
espontánea, no pasa por procesos racionales."
Recibí consuelo ante ese particular párrafo y recordé lo bien que me hacía terminar un buen libro.
ESTÁS LEYENDO
La Estación
RomanceGabriel y Simón son compañeros de curso hace cuatro años, pero lo único que tenían en común, era un salón de clases. Gabi siempre tuvo un crush con el castaño, pero hasta donde se sabe: Simón es heterosexual y sale con Eva. ¿Será esta una historia...