"Mezze verità"
Pov Dana
Camino de un lado a otro de la habitación impaciente por no saber qué sucederá cuando mi padre llegué.
En la mañana vino León a darme de alta en cuanto al reposo, solo me pidió que intente estar tranquila y que no enloquezca como todo en cuestiones de segundos se puede complicar.
Mi padre es una persona bastante complicada, tiene un carácter bastante fuerte aunque su carácter tiene que tener un factor desencadenante para estallar.
Alguien toca la puerta de la habitación haciendo que todos mis pensamientos se vayan volando por la ventana.
Tara entra y yo camino directamente a ella para abrazarla
—Supuse que no estarías tranquila —dice terminando nuestro abrazo
—Si lo estoy solo que sabes que mi padre es la persona menos predecible de este mundo.
—Igual a ti.
Asiento.
—¿Quieres que vaya por él al aeropuerto y lo lleve al hotel? Así tendrías un poco de tiempo.
—Él sabría desde el primer momento que algo sucede, así que no te preocupes sabré cómo manejar la situación.
Tara asiente, vuelven a tocar la puerta y ella sonríe
—Te he traído algo para darte energías —una de las chicas abre la puerta y en sus manos trae una bandeja
—¿Sabes que te amo demasiado? —digo abrazando a Tara al ver la hermosa copa de helado con frutas
—De seguro no encontrarás a nadie más como yo que conozca hasta tus gustos de embarazada —dice riendo y es verdad, ella hasta tiene una copia de mi dieta y siempre me está dando sugerencia de que debo comer por día y siempre que viene que ahora es súper seguido me trae comida
—Te amo demasiado —digo abrazándola más fuerte
—Come tu helado que mi sobrino o sobrina se puede quedar con él antojo
Pasa alrededor de dos horas y yo ya me encuentro en el aeropuerto con Tara y Alessandro
—Dios estoy muy nerviosa —voy hacia Alessandro para que esté me abrace
—Tranquila todo saldrá bien —dice Alessandro para besar mi mano.
No pasaron ni dos minutos cuando veo a mi padre llegar, como si se tratara de un acto reflejo tomó la mano de Alessandro.
Pov Alessandro
Un hombre que identificó como el padre de mi esposa debido a la sonrisa que se extendió en el rostro de ella comienza a caminar en dirección hacia nosotros.
Dana termina por adelantarse y acercarse al señor que viste un perfecto traje azul con una camisa blanca, este abre los brazos para recibir a su hija.
Tara termina acercándose para saludar al hombre mientras yo me quedo atrás guardando distancia para no interrumpir el momento.
Dana mira hacia atrás como queriendo asegurarse que yo aún sigo en mi lugar, luego termina por caminar hacia mi para tomar mi mano.
El hombre me mira de pies a cabeza para luego mirar a su hija.
—¿Y él quién es? —le pregunta a lo que su hija sonríe con inocencia
—Mi esposo papá, es una de las razones por la que decidí quedarme en Italia
—¿Te casaste sin siquiera avisarme?
—Las cosas se dieron muy deprisa —se justifica
Inmediatamente llega a mi el recuerdo de cómo no le di elección, era su vida o morir.
—Esa no es una razón para que tú padre no esté contigo en momentos así —dice el hombre un poco tenso —¿Cómo te llamas? —me pregunta
—Soy Alessandro Digory señor —estiro mi mano para que esté la estreche y así lo hace
—Elias Martínez —se presentó y terminó por asentir.
Ayudó al señor con su maleta
«Quién hubiera creído que yo terminaría intentando agradarle a mi suegro pero lo que sea para que luego Dana no me salte a la yugular»
A pedido de Dana estaremos quedándonos unos días en el hotel donde su amiga trabaja y estaremos sin ningún tipo de seguridad porque no quiere que su padre haga preguntas y también me resulta más fácil a mí teniendo en cuenta que su padre es un abogado penalista de mucha trayectoria creo que no solo vería mis movimientos de kilómetros sino hasta los olería.
—¿Y a que se dedican aquí? —pregunta mi suegro una vez que subimos a la camioneta, veo como Dana pasa saliva
—Pues papá yo estoy administrando los negocios de Alessandro, básicamente trabajamos juntos —miente ella descaradamente
—¿Negocios?
—Si mi esposo tiene un hermoso club, justamente es él lugar donde nos conocimos y nació nuestro hermoso amor —continúa mintiendo o bueno en parte sí pero es una verdad a medias veo por el espejo retrovisor como su amiga asiente
—Si, ella una de mis horribles noches me acompañó a ese club, sabes que a mí me encanta todo eso y pues ella terminó hechizada por Alessandro.
Sonrió para mí mismo al ver como entre ellas se cubren perfectamente.
—¿Cuánto tiempo llevan casados? —finalmente llegó la pregunta que yo no quería
—Desde mi segundo viaje, con Alessandro nos conocimos en mi primer viaje pero luego cuando regrese seguimos manteniendo el contacto y cuando regrese retomamos todo lo que habíamos dejado, y un día cualquiera nos decidimos por casarnos es por eso que ya no regrese más —escucho detalladamente cómo acomoda las fechas para que su padre no sepa realmente que ella salió de Italia casada y regreso porque prácticamente la obligue a hacerlo.
—Señor Elías sabe yo tengo una niña aquí, la adopté hace unos años y me casé recientemente estoy emocionada porque conozca a mi pequeña familia —dice la amiga de mi esposa cambiando el tema
—Sabes que a ti siempre te vi como mi segunda hija, estás junto a mí hija desde que tengo memoria siempre han sido una y sería todo un placer conocer a la niña que podría representar a mi primera nieta —responde Elías
Dana rosa su vientre poco perceptible y sonríe de seguro se imagina cómo será el momento en el que le cuente a su padre
—puoi dirglielo quando vuoi (Puedes decirle cuando quieras) —hablo en italiano para que él no me entienda
—Se glielo dico adesso finirò per sopraffarlo, glielo dirò in questi giorni ma voglio che non sia tutto insieme (Si le digo ahora terminaré por abrumarlo le diré en estos días pero quiero que no sea todo junto)
Beso el dorso de su mano y finalmente estacionó frente al hotel
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Pecado Italiano ✓ (Secretos y Mentiras)
Teen FictionTercer libro "Sensaciones Italianas". Estoy enferma de venganza, mi venganza es encontra de todos aquellos que despertaron todo lo que no conocía de mi, todo ese rencor y odio que hoy circula junto a mí sangre. "Nos volvemos esclavos de nuestros pe...