Amor en secreto

24

Mientras Waverly se duchaba, volví a mi armario en busca de algo ligero para que se pusiera. Y por suerte, algunas de sus piezas de pijama están aquí, de cuando estábamos haciendo "noche de sueño".

Fui al baño y llamé a la puerta, indicando que estaba entrando. Aunque no creo que lo haya oído, por el sonido del agua. Así que dejé los pantalones rosas y la camisa de manga larga en un rincón para que ella los viera cuando se fuera.

Regresé a la habitación para esperarla, y ella no tardó muchos minutos en regresar. Caminó hacia la puerta ya vistiendo la ropa que separé.

- ¿Te sientes mejor? – Pregunté sentándome en el borde de la cama.

- Sí.. - Dijo acercándose a mí.

Así que me levanté y quité la manta de la cama, dejando espacio para que ella se acostara. Ella entendió y se acostó apoyando la cabeza en la almohada. Y la cubrí hasta el busto.

Apoyó ambas manos debajo de su cabeza sobre la almohada, acostándose de lado frente a mí. Me incliné sobre su rostro y le di un beso en la frente, acariciando rápidamente su cabello con mi mano.

- Duerme un poco – le dije volviendo a la postura normal, y ella cerró los ojos ahora en silencio, para intentar dormir.

La miré por un momento. Odio ver a Waverly triste, en crisis o teniendo algún enfrentamiento que la haga sentir mal. Haría cualquier cosa para sacar cualquier rastro de malos sentimientos de ella. Parece que la tierra deja de girar cuando está así.

Recordé que tenía que avisarle a Gus, lo cual ya debería haber hecho en el auto. Así que caminé hacia el frente de mi casillero, manteniéndome alejado de Waverly para que no me escuchara y se despertara. Saqué mi celular de mi bolsillo, hice llamadas y llamé.

"Nicole, hola", respondió con voz apresurada.

- Hola Gus, la encontré.

- ¡Dios mío, qué alivio! - Realmente pareció sacar una piedra de su espalda. - ¿donde estaba ella?

- Pasó la noche en un parque infantil, que está a unos metros de Shorty's. No durmió y tenía frío, así que decidí traerla directamente a mi casa. - Dije la verdad.

- Dios mío, pero ¿por qué hizo eso? – Ahora con voz incrédula.

- Tuvo una crisis Gus

Su tía sabía de sus crisis, al igual que Wynonna. Pero no Perry. Ella quería ocultárselo desde el momento en que comenzaron una relación.

"No puedo creer que sus convulsiones regresaran, le estaba yendo tan bien...", dijo Gus.

- Realmente han pasado meses desde que lo tuvo... pero ahora está mejor. Le pedí que se diera una ducha caliente y la acosté. El resto de la historia, creo que será mejor que hable con ella más tarde. Sólo quería advertirte a ti y a los demás.

- Sí, lo hiciste muy bien, no sé ni cómo agradecerte cariño, muchas gracias, sé que estaba en el trabajo - Habló rápidamente.

- Detendré cualquier cosa por Waverly, no hace falta que me agradezcas nada.

- Eres lo mejor de nuestra familia, ¿puedes avisarme si pasa algo más? - Ella pidió.

- ¡Claro que sí! Sé despreocupado y advierte a los demás.

- Lo haré, adiós.

- Adiós - Me quité el teléfono de la oreja y lo apagué. Así que miré por unos segundos la pantalla y me giré hacia la cama, ya que estaba frente al armario.

Los ojos de Waverly estaban abiertos de nuevo. Mirándome, tranquilo, con respiración tranquila. En la misma posición, con las manos debajo de la cabeza sobre la almohada.