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- ¿Compraste lasaña congelada?

Dejé la bolsa de la compra sobre la mesa donde estaba Nedley en su silla de ruedas. Rebuscó para ver lo que había comprado y me hizo esta pregunta con incredulidad.

- No habrá tiempo para hacer lasaña con todos los ingredientes - dije levantando las manos en el aire. – y no podrás hacerlo solo.

Tomé las dos cajas pequeñas de lasaña congelada de la bolsa y me acerqué al microondas en el mostrador de la cocina. Lo saqué del envoltorio, lo metí y lo encendí. Volviendo a la mesa y sentándome frente a Ned.

Ayer mi dolor de cabeza, en lugar de mejorar, empeoró mucho. Y terminé acostándome tarde. Tomé otro medicamento tan pronto como me levanté para ir a trabajar, y ahora mejoró.

Pero el dolor de cabeza cada vez mejor, solo me hizo darme cuenta de lo que hice con Waverly. Lo que le dije. Saqué todo el dolor que sentía en ella, y todo lo que dije fue muy injusto.

Nunca la he tratado de esta manera, y parece estar lastimándome mucho más de lo que podría lastimarla a ella. No puedo creer que incluso hablé de sus crisis, como si fueran bromas que hace, cuando son cosas SERIAS.

IDIOTA.

- ¿Nicole?

Tal vez debería dejarlo así. Aprovecha este terrible suceso, para acabar con este amor que apenas ha comenzado, con ella. No es que no la ame, después de todo nunca he amado a nadie como ella.

- ¡¿Nicole?!

Volví a la realidad con el grito de Nedley llamándome por mi nombre y una especie de dispositivo sonando.

- ¡La lasaña! – Dijo, señalando el microondas.

Salté rápidamente de la silla hacia el mostrador, abriendo el microondas y sacándolos a ambos con un paño de cocina. Están humeantes.

Los coloqué a ambos sobre la mesa, de su lado y del mío. Luego volví al mostrador para buscar nuestros cubiertos, volví y me senté.

- ¿Por qué estás tan distraído? preguntó, pinchando la lasaña con su tenedor esperando a que se enfriara.

- No estoy distraído - También atravesé mi lasaña con mi tenedor

- Golpeaste mi pierna contra la pared, mientras me empujabas hacia la cocina

- ¡Fue sin querer!

- No haces nada por accidente, ¿qué pasa? Se metió el primer trozo de lasaña en la boca.

'El único problema...' Continué perforando la lasaña, concentrándome en ella, el queso derretido, la salsa y el humo.

- Tenemos hasta que se acabe la lasaña para que lo cuentes, y si no empiezas pronto yo terminaré la mía - me reí y él se metió otro trozo en la boca.

- Primero.. - comencé a hablar, pacientemente. – La comisaría fue allanada ayer.

- ¡¿Qué?! Sus ojos se abrieron, y todavía tenía algo de comida en la boca.

- Fueron tres hombres, golpearon a Lonnie, rompieron las ventanas de una habitación, desordenaron todo y se llevaron las computadoras. – Puse mi primera pieza en mi boca.

- Qué cojones, ni siquiera respetan a la policía - Hizo una mueca de enfado.

- Pensé lo mismo. Y ahora tengo que llamar a alguien para arreglar las ventanas y comprar computadoras nuevas.

- ¿Necesitas ayuda para limpiar? - Él ofreció.

- Limpiamos todo ayer, y no harías nada con ese pie. - Tomé otro bocado.

Amor en secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora