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- Sí, ella es mi mejor amiga, ¡¿cómo me va a gustar?! – le respondí a Lily, un poco alterada. - Ya has disparado, ¿verdad?

Extendí mi brazo y abrí mi palma hacia ella, dando a entender que quería recuperar el arma. Me quedé apoyado en el tabique.

"No te asustes por el hecho de que no soy estúpida", dijo Lily, cambiándose el arma de una mano a la otra para que no la tomara.

Giró su cuerpo de lado, apoyando su cintura contra el mostrador y mirándome.

- No me voy a escapar – dije tratando de ocultarlo con una risa discreta, ahora estirando el brazo para intentar sacar el arma.

Levantó el brazo con la pistola, alzándolo a la altura de la cabeza.

- Waverly es la persona que amas y por ella me rechazaste, ¿no es así? – preguntó Lily de nuevo, encontrando mi actitud divertida.

- Yo no te rechacé - Dijo entre risas, con el brazo levantado en el aire esperando el arma. – ¿Y sabes que no puedes jugar con armas?

- Y tú, ¿sabes que al no querer hablar de eso, solo asumes que es verdad? Lily devolvió la pregunta.

Nos miramos en silencio durante unos segundos.

- ¿Puedes darme el arma ahora? – Así que volví a pedir el objeto.

Ella cedió y bajó su brazo, poniendo el arma en mi mano. Tan pronto como lo conseguí, me fui de donde estaba apoyado contra la partición y caminé de regreso a las sillas.

Miré hacia abajo, comprobando cuántas balas quedaban en el arma, aunque ya lo sabía.

Luego volví a sentarme, girando el arma en mi mano, viendo los detalles; como si no lo supiera ya.

- Tengo dos mejores amigos en China. – Empezó a hablar. Me miré y Lily giró su cuerpo frente a mí. Uno de ellos se enamoró del otro, y yo lo supe desde el principio. Soy bisexual, esto me permite tener un radar gay.

Dejé escapar una pequeña risa. Apoyó la espalda contra el mostrador y cruzó los brazos frente a ella.

Aún lleva las gafas transparentes y el teléfono colgado del cuello. Seguí escuchando sin decir nada.

- Decidí hablar con ella al respecto, porque ella no quería hablar con nadie, y dijo que se declarara de una vez. – continuó Lily. – Ella no hizo esto a tiempo, y ahora nuestra amiga está saliendo con un chico. Decidió olvidar lo que siente, y está viviendo así.

- Lo siento por ella.. - Solo pude abrir la boca para decir eso.

- A veces cuando viene a dormir a mi casa, allá en China claro, la escucho llorar cuando está acostada. – continuó Lily. Y sé que es por eso. Entonces, tú también debes declararte de una vez, para que no pases por lo mismo.

Dejé escapar otra carcajada, arrojando mi cuerpo hacia atrás en la silla porque me había inclinado.

- Ese no es mi problema - dije negando con la cabeza.

- ¡Así que asumiste que te gustaba! – dijo Lily arqueando las cejas y dejando escapar una sonrisa victoriosa.

- ¿Todo esto fue una prueba? – pregunté después de haberme reído mucho.

- No, es verdad, pero tengo tu confesión. - Ella dijo.

"No debería estar hablando de esto contigo", le dije, apoyando mis brazos en los brazos de la silla, dejando el arma en mi regazo.

- ¿Por qué? – preguntó encogiéndose de hombros.

- Pensé que eras más inteligente - me reí.

- ¡Mira la ofensa! Descruzó uno de sus brazos y me señaló con un dedo, luego lo volvió a cruzar.

Amor en secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora