37

44 5 0
                                    

Sabía que no debería haber ido a la comisaría. Mi estado de ánimo mejoró mucho cuando Lily fue a ver a Nicole (solo que no).

Puede que haya habido mucho más que un beso entre ellos, después de todo no me quedé a verlo.

Hice una señal rápida a cualquier taxi que pasara por la calle, queriendo irme pronto a casa, al trabajo. Y llegué todo el camino con el ceño fruncido y los brazos cruzados frente a mi cuerpo.

Rara vez vi al conductor en el espejo retrovisor mirándome, pero no presté atención. Cuando llegué, le pagué y caminé la menor cantidad de pasos hacia el bar sin demora.

Fui directamente al mostrador, lo rodeé y entré, poniéndome rápidamente el delantal. No es mi tía la que está aquí, es Rosita.

No la saludé ni dije nada, me puse a lavar unos vasos sucios que estaban aquí, con la cabeza baja.

- ¿Qué animal te mordió? – Era la voz de Rosita. Luego levanté la cara y me giré para mirarla a mi lado. Ya me está mirando.

- Ninguna. – respondí seca e inmediatamente.

"Parece que vas a atacar a alguien en cualquier momento" dijo y se echó a reír.

- No sería mala idea - dije dirigiendo mi atención al fregadero y los vasos.

- ¿Es un problema con cuál de tus dos amores? ¿Nicole o Perry? – preguntó y volvió a reírse.

Dejé de lavar los vasos y volví mi atención hacia ella, con el mismo ceño fruncido al que había llegado.

- No es gracioso. - Yo hablé.

- Era divertido antes, ¿por qué no ahora? Ella levantó ambos brazos en el aire rápidamente.

- Porque antes Nicole no estaba interesada en otra mujer. - Dijo rápidamente volviendo su atención al lavabo.

- ¿Qué? – expresó Rosita. – ¿Quién es el nuevo interés de la pelirroja?

- Lily. - Respuesta.

- ¿Lily? - Ella habló. – ¿Ese elegante japa?

- Sí. - Tomé los vasos que lavé y comencé a ponerlos en el tendedero al lado del fregadero.

- ¿Estás seguro de eso? – preguntó Rosita.

- Se besaron.

- ¿Entonces por eso fuiste a lo de Perry? - Ella preguntó. – ¿Le diste cambio?

"Por supuesto que no," dije rápidamente, frunciendo el ceño y girándome para mirarla. – Quería irme a casa pronto y no había taxi, así que lo llamé y Perry sugirió que fuéramos a tomar algo y conversar en su casa.

- Sí, estuvo mal. - Dijo levantando las manos como quien se rinde. – Pero, ¿fue la japa que besó a Nicole o la pelirroja que besó a la japa?

- ¿Y eso importa?

"Obviamente que sí", dijo Rosita, levantando las cejas.

- No lo sé - me encogí de hombros y salí del fregadero, yendo a la otra parte del mostrador, apoyándome y esperando a un cliente. – cuando los vi besándose en la pista de baile, solo quise salir de allí.

Escuché los pasos de Rosita acercándose a mí, pero me quedé concentrado en toda la barra, en las mesas, en el movimiento.

- ¿Alguien te ha dicho alguna vez que tienes un gran problema para afrontar las cosas de frente? – preguntó, colocándose a mi lado.

No dije nada, solo me giré para mirarla y la miré. Luego, mirando hacia atrás.

"Gus dijo que fuiste a la comisaría a entregarle la comida a Nicole...", continuó Rosita. – ¿Hablaron de lo que pasó?

Amor en secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora