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POV Waverly

- ¡¿WAVERLY?!

Me despertó de mis pensamientos el grito de mi tía, y casi tiro al suelo la bandeja de vasos de cerveza que llevaba. La barra está llena y varias mesas esperan tus pedidos.

- ¡La mesa 5 está esperando! - No dije nada, solo negué con la cabeza demostrando que entendía y caminé hacia la mesa con las cervezas a toda prisa.

Después de varias mesas más atendidas y satisfechas, finalmente paramos, ya que era tarde y la hora de cierre. Me acerqué a los bancos del mostrador principal donde pediste y me senté en uno de ellos, dejando caer la bandeja vacía con todo.

Suspiré aliviado de que el trabajo había terminado y apoyé la cabeza sobre mi mano levantada sobre el mostrador.

Hoy estuve más distraído y en el mundo lunar que nunca. El matrimonio ha llenado mi cabeza de manera gigantesca. Y no de invitados y preparativos, sino de otra cosa que me ha estado molestando.

- ¿Qué te pasó hoy?

Miré hacia arriba para ver a mi tía, que se me acercó y se sentó frente a mí en otro banco.

- Nada, por que?

- Porque estabas en cualquier parte del mundo, menos aquí, te llamé 3 veces y no contestaste

Suspiré y traté de ocultar mi cara frívola a mi tía tanto como pude.

- Solo son cosas de la boda... el vestido por ver y otros puntos por resolver - dije agitando la mano en el aire.

- ¿Estás seguro de que eso es todo?

- ¿Qué otra cosa podría ser?

Luego se levantó del banco y me puso la mano en el hombro.

- La gente no lo dirá por ti, tienes que decirlo... - Y se fue dejándome ahí con mis pensamientos.6

A veces creo que mi tía sabe todo lo que pasa por mi cabeza, pero no digo nada para no arriesgarme.

La verdad es que no estoy pensando en qué vestido ponerme o los preparativos, estoy pensando en si realmente debería haber aceptado esta boda.

Amo a Perry, ¿cómo podría no hacerlo cuando me trata tan bien?

Pero a veces no es con él con quien quiero estar. Y la mitad de mí incluso se siente mal por eso. Pero él no es con quien imagino pasar el resto de mi vida, comprar una casa... casarme.

Cuando empezamos a salir, me gustaba, aprendí a quererlo. Pero nunca pensé en el matrimonio. Cuando preguntó, me sentiría mal si no dijera que sí, porque mucha gente estaba mirando. Pero la verdad es que hubiera dicho que no.

Ahora es tarde.

A veces me pregunto por qué acepté toda esta relación, pero pronto también recuerdo la respuesta. Para olvidar a quien me gusta de verdad, a quien casi siempre me ha gustado.

Nicole.

El nombre que resuena en mi cabeza todos los días. A quién quiero llamar, con quién quiero hablar, con quién quiero pasar el rato, o simplemente no hacer nada.

La mayor ironía y cliché de todos los tiempos, enamorarse de tu mejor amigo.

No debería ser tan difícil para mí, después de todo a ella ya le gustan las mujeres, y lo único que tenía que hacer era hablar. Pero si en todos estos años no ha pasado nada, y ella ha estado involucrada con otras mujeres, es porque nunca se interesó por mí en ese sentido.

Siempre he sido tu mejor amigo y eso es todo lo que siempre seré.

A veces me sorprendo mirando este anillo en mi dedo que me dio Perry, y pensando cómo sería si tuviera un compromiso con Nicole.

Amor en secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora