Cuando llegáis a la cancha te das cuenta de que realmente nunca has sabido cómo es un torneo de baloncesto callejero, sí, habías jugado varias veces al baloncesto callejero incluso llegó a gustarte más que el baloncesto normal, pero nunca habías asistido a un torneo. Te quedas perpleja al ver la cancha llena de gente de diferentes edades, sexo, tamaño...pero con algo en común, el baloncesto, esto no se parecía en nada a lo que enseñanan en las películas americanas en las que solo participan en este tipo de torneos tíos musculosos y más altos que un rascacielos. Aquel caleidoscopio de gente que no dejaba de hablar y reír entre ellos, algunos con su propio grupo de amigos, otras almas solitarias que intentaban integrarse en alguno de esos grupos, en general crean una sensación acogedora y familiar y eso fue suficiente para calmar tus nervios. Te llama la atención un grupo de chicos que están reunidos bajo una canasta, al principio no acabas de darte cuenta de qué te suenan, no hasta que uno de los chicos levanta la cabeza, te mira y te sonríe de medio lado. Se te cae el alma a los piés. Claro que te resulta familiar, claro que lo conoces, demasiado para tu gusto, desearías no saber nada de él, no habértelo cruzado nunca, ni en una cancha de baloncesto ni en ningún otro lado. Hanamiya Makoto. Hace ademán de acercarse a ti, pero giras la cabeza y sigues andando, haces como si no lo hubieras visto, esperas que capte la indirecta y te deje en paz, pero no lo hace.
-¡Eh! ¡____-chan! ¿no vas a mirarme? Venga ya, no me digas que aún me guardas rencor por ese partido.
-No me hables Hanamiya-kun.
-Oh venga, no seas tan fría conmigo, si lo pasamos bien.
-Piérdete.
-¿Sabes? Deberías ser más amable con la gente...o volverán a abandonarte.
Te giras y lo miras con los ojos tan abiertos que sientes como el aire te los reseca. Te giras hacia él y estás preparada para soltarle las palabras malsonantes que escuchaste el otro día mientras veías una película de acción con Seiko y que tan bien encajarían en esa situación, pero sientes la mano de Seiko en tu hombro y te paras en seco.
-No le dejes que te provoque _____.
-Pero él...
-No sabe nada _____, no se de dónde ha sacado eso, pero no sabe lo que significa para ti, no le des la satisfacción de verte cabreada o dolida.
Asientes y vuelves a girarte pero al parecer Makoto aún no había acabado.
-Volveremos a competir ____-chan, creo que el primer partido es el nuestro, estoy deseando volver a jugar contigo.
Lo dice con doble sentido. Lo sabes, pero te esfuerzas en no reflejar en tu cara o hacer algún gesto que delate lo asustada y frustrada que te sientes. Aquella vez él había ganado, sucio, pero había ganado, ahora tienes una segunda oportunidad y vas a aprovecharla. Te diriges con Seiko hacia la otra canasta dónde os esperan ya un grupo de tres chicos y dos chicas que os sonríen cuando os acercáis. Supones que son amigos de Seiko ya que tú no los habías visto en la vida, ni en el instituto ni en ningún otro lado de los que frecuentabas con tu amiga, pero eso no te desconcierta, podrían haber sido perfectamente unos desconocidos con los que Seiko hizo buenas migas mientras esperaba en la cola de algún probador, ya había pasado una vez. Uno de los chicos, el que tiene el pelo a la altura de los hombros y te saca como cuatro cabezas, sonríe y os cuenta lo que parece una estrategia de ataque, pero sabes que no va a funcionar, no si Makoto pensaba jugar como últimamente hacía. Decides advertirles, cuando lo haces ellos te miran con los ojos como platos, todos menos Seiko que estaba contigo aquel día en el que conociste a Makoto y te llevaste la paliza de tu vida..en más de un sentido. El chico decide seguir con la misma táctica, asegura que solo tendréis que ir con más cuidado. Pones los ojos en blanco, pero no dices nada más.
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KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.
FanfictionTu nuevo curso escolar en el instituto Kaijo no va a ser ni de lejos tan tranquilo como esperabas y aún menos cuando el playboy Kise Ryouta se dedica a romper los corazones de la mayoría de las chicas del instituto, ¿podrás salvarte tú del encanto d...