-¿Qué haces aquí?
-Dijiste que...-Dice Kise haciendo una pausa para poder recuperar el aliento.-...te sentías sola, así que he venido a hacerte compañía.
-Estás loco.-Dices mientras ríes.
El chico tiene una pinta muy graciosa: lleva puesta la misma ropa que antes, pero esta está empapada de sudor por lo que se pega a su cuerpo de una forma extraña, los pantalones se le han resbalado por la parte izquierda de la cintura, por lo que una pierna está más tapada que la otra, su pelo, normalmente peinado a la perfección, está despeinado y se le pega a las sienes a causa del sudor. En general tiene pinta de haber corrido una maratón.
-Espera...¿has venido corriendo?-Dices perpleja.
-No es que hayan muchos autobuses a estas horas.-Dice el chico.-Y quería llegar cuanto antes. ¿Me dejas pasar?
-Oh, sí claro, adelante.-Dices haciéndote a un lado, permitiendo así que el chico entre.
Empiezas a andar hacia el salón y le dices a Kise que se siente mientras que vas a buscar una camiseta y unos pantalones de tu hermano para que el chico pueda cambiarse. Le dices que puede usar la ducha si quiere, antes de que pueda negarse le explicas que nadie se dará cuenta y que si no se cambia rápido pillará un resfriado, no podrá venir a clase y os pasaréis unos días sin poder veros. Cuando terminas de hablar el chico se levanta de golpe y tú lo diriges hacia el cuarto del baño. Sabes perfectamente que el argumento que lo ha convencido es el último, a veces es tan predecible...
Aprovechas que Kise está en la ducha para quitarte el pijama y ponerte unos leggins cortos que apenas se ven debido a la camiseta ancha. Bajas a la cocina y preparas una bandeja con zumos. Te paras de golpe... ¿zumos? ¿Y si eso le parece muy infantil? ¿Deberías servirle cerveza? ¿Un café? Te quedas diez minutos quieta en mitad de la cocina debatiéndote entre si debes servirle bebidas alcohólicas o no.
Notas como unos fuertes brazos te atrapan, tu espalda se pega al pecho del rubio y tú dejas caer tu cabeza sobre el hombro del chico. Entrelazas tus manos con las suyas y las dejas caer sobre tu vientre, te encoges de hombros para hacerte más pequeña y apretarte más contra su cuerpo. El rubio empuja suavemente tu cabeza con la suya, obligándote a ladear la tuya, le sigues la corriente y dejas que él te coloque. Notas sus labios sobre tu oreja y te estremeces, él empieza a mordisquearte con suavidad mientras baja de la zona cartilaginosa hacia el lóbulo, se lo mete en la boca, lo muerde y después besa la zona para después pasar la lengua. Notas como tu respiración comienza a ser irregular y tus latidos se aceleran a una velocidad de vértigo. Notas la sonrisa del chico sobre tu piel y sabes que le gusta tu reacción.
-¿Te gusta ____-cchi?
No puedes hablar, no puedes creer que te esté preguntando algo tan vergonzoso. No puedes decirlo en voz alta así que te limitas a asentir suavemente con la cabeza.
-¿Quieres que siga?
Pones los ojos en planco, por favor, que se calle y que haga lo que dé la gana contigo.
Te limitas a asentir de nuevo y empiezas a acariciar sus dedos lentamente, intentando darle ánimos, quieres transmitirle que te muertes por notar su contacto. Él parece entenderlo a la primera. Muerte tu lóbulo de nuevo, pero en vez de succionarlo mueve la cabeza y te besa la mandíbula, dejando un reguero de besos desde la parte baja de tu oreja hasta la barbilla. Traslada su dulce asalto de tu mandíbula al cuello. Un escalofrío te recorre todo el cuerpo y das un pequeño respigo. Te muerdes el labio inferior para no dejar escapar ningún sonido. El chico vuelve a sonreír sobre tu piel y te estrecha más fuerte. Notas como su boca se mueve sobre tu cuello lentamente, sin besar, solo acariciando tu piel sensible con sus suaves labios. Cada roce hace que te sientas cada vez más excitada, hace que anheles un contacto menos suave, con una desesperación que no creías posible. Finalmente se apiada de ti y empieza a besar tu cuello lentamente, dejando un espacio de tiempo considerable entre beso y beso. Te está torturando, te está haciendo sufrir y lo sabe.
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KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.
FanfictionTu nuevo curso escolar en el instituto Kaijo no va a ser ni de lejos tan tranquilo como esperabas y aún menos cuando el playboy Kise Ryouta se dedica a romper los corazones de la mayoría de las chicas del instituto, ¿podrás salvarte tú del encanto d...