Capítulo 31

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Sigues corriendo a pesar de que oyes a Makoto maldecir mientras corre detrás de ti. Grita tu nombre, te dice que te pares, pero no le haces caso. ¿Cómo ha podido hacerte esto? Él sabía lo que estaba pasando, hace tiempo que lo sabía y en vez de contártelo se ha dedicado a hacerte la vida imposible...aunque... ¿qué esperabas? ¿Qué te dijera ''Hola, me llamo Hanamiya Makoto y tu madre se está tirando a mi padre, encantado''?, aquel chico se había limitado a volcar toda su frustración y enfado sobre ti, como si de esa forma pudiera herir a tu madre. No sabe lo mucho que se equivoca, a esa mujer no le importa nadie más aparte de ella.

-¡Haizaki, por Dios, estate quieta!- Dice Makoto mientras vuelve a agarrarte por la muñeca.

-Sabía que eras un imbécil, que eras cruel, despiadado, rebuscado...pero no creí que pudieras caer tan bajo.-Le espetas.

-Eh, te tranquilizas, no lo pagues conmigo.

-¡Suéltame!

Lo miras mientras que este cierra los ojos e inspira profundamente, sabes que está intentando controlarse para no soltarte una bordería que te hundiera más aún.

-No te he traído aquí para que veas a tu madre, te he traído para que hables con ella y pares esto.

-¿Qué lo pare? ¿Cómo? ¿Qué creías que podía hacer yo?

-No lo sé, algo, hablar con ella, hacer que cambie de opinión... yo tampoco quiero vivir bajo vuestro mismo techo.

-No puedo hacer que cambie de opinión, ya lo has visto, no atiende a razones.

-No lo has intentado, te has limitado a gritarle.-Puntualiza

-Lo siento si no te he sido de utilidad.-Dices rebosando sarcasmo por todos tus poros.

-No estoy de broma, Haizaki, tenemos que parar esto.

-¿Tenemos?

-Sí...yo que sé...¿hay alguna forma de que a tu madre no le concedan vuestra custodia?

-¿Con los antecedentes de mi padre? Lo dudo mucho, y si vienen a hacer una inspección ya puedes darlo por perdido, es imposible que no se la den.

-Tiene que haber algo...¿tu madre se droga?

-¿Qué? ¡Claro que no!.

-Joder Haizaki, ayúdame, parece que no te importa que nos quieran meter en esa mansión a jugar a la familia feliz.

-Veré que puedo hacer, pero ahora suéltame.-Dices con el tono más autoritario que puedes poner en esa situación.

-Bueno, si no encuentras nada siempre podemos inventarnos algo...

-¿Inventarnos algo?

-No te preocupes, tú busca trapos sucios, si eso no funciona, yo me encargaré de crearlos.

-¿Qué vas a hacer?

-Ya lo verás cuando llegue el momento.-Te dice mientras te suelta.-Ale, ya puedes llamar a tu noviecito...¿o es que estás saliendo con los dos? ¿Quieres seguir el ejemplo de tu madre?

-Piérdete, payaso.

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Cuando vuelves al restaurante tus amigos ya no están allí. Sacas el móvil para llamar  Kise, pero cuando lo abres ves que tienes diez llamadas perdidas. Maldices. Son todas de Seiko. No has hablado con ella desde que  te envió un mensaje diciéndote que estaba con Tatsuya Himuro y habían pasado unas horas desde entonces...además de que no habías ido a clase. Joder, es normal que se preocupe. Te apuntas mentalmente que tienes que llamarla, pero en este momento lo único en lo que puedes pensar es en tirarte a los brazos de Kise. Lo llamas, pero te salta el buzón de voz. ¿No te dijo que iba a esperar a que lo llamaras...? No, no lo había hecho. Suspiras, seguramente esté en el trabajo y haya tenido que desconectar el móvil, es lo que te gusta pensar, no quieres darle más vueltas. No sabes qué hacer... ¿vuelves a casa? No, no puedes, no con la cara hinchada y los ojos llorosos, no quieres que te acribillen a preguntas. Shojo...no habías hablado con él desde que te gritó que te fueras de casa. Vuelves a sacar el móvil y marcas el número de tu hermano.

KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora