Capítulo 13

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El sol incide directamente en tus párpados cerrados haciendo que veas un color anaranjado que te impide seguir durmiendo. Despegas los párpados poco a poco, respiras profundamente y te giras. Abres los ojos como platos. No hay nadie en la habitación. Saltas del futón y buscas de forma desesperada tu maleta, la encuentras en una esquina de la habitación y sacas una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos de chándal. Te vistes mientras te diriges al cuarto de baño tropezando varias veces antes de conseguir subirte los pantalones del todo. Te paras en frente del lavabo te echas agua fría en la cara, te cepillas los dientes lo más rápido que puedes y te pasas el peine por el pelo de forma apresurada y con demasiada fuerza lo que hace que te arranques algún que otro pelo, limpias el cepillo , tiras los pelos al váter y tiras de la cadena. Sales corriendo de la habitación y vas directa al comedor con la esperanza de que aún no se haya acabado la hora del desayuno. ¿Por qué no te han despertado? ¿Por qué Seiko no te avisó de que era hora de irse? ella sabe que tienes un sueño muy profundo. Suspiras y esperas que no sea porque aún sigue enfadada.

Cuando llegas al comedor todos están ahí, suspiras aliviada y buscas a tu amiga con la mirada, la encuentras sentada con el equipo que ella formó, buscas a Akashi y ves a tu equipo sentado en una mesa alejada, al lado de una gran ventana. Kise te ve y alza la mano mientras te sonríe. Asientes y le devuelves la sonrisa, pero la tuya es claramente menos radiante.

Te diriges a recoger tu bandeja. La cocinera suspira cuando te ve y se levanta para ir a buscarte una bandeja con comida. Te la entrega y te mira con cara de pocos amigos.

-La próxima vez trata de venir a la hora.

-Sí, lo siento.

Coges la bandeja y te diriges a tu mesa. Te sientas en el hueco vacío que hay al lado de Imayoshi y el chico te mira.

-¿Qué? ¿Una noche complicada?

-Sí, bueno, supongo.

-Espero que eso no afecte a tu rendimiento en la cancha.

Te giras y lo miras.

-No te preocupes por eso, además, no se qué expectativas tenéis sobre mi, pero soy más bien mala.

-Eso no es verdad, estás desentrenada, sí, tu condición física es lamentable, sí, tu técnica está oxidada, también, pero con un entrenamiento adecuado podrás volver a ser lo que eras _____.-Oyes decir a Akashi.

-¿Y si no quiero volver a ser lo que era?.

-Entonces te quedarás en el banquillo.

-No entiendo qué esperas de mi.

-No es lo que espero, es lo que quiero, quiero volver a verte sonreír, sonreír como si tu cara fuese a partirse por la mitad cuando consigues hacer una jugada complicada, tú necesitas esto ____.

-Tú no sabes lo que necesito.

-Lo se mejor que tú.

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-Bueno chicos, empezaremos ejercicios de pases, id a por un balón-Dice Akashi- Ah, tú no ____, quiero que tú sigas corriendo 20 min más.

-¿Qué?.

Te sientes cansada, cansada después de haber hecho solo el calentamiento, sabes que no podrás aguantar corriendo 20 min más ni de broma, se te saldrán los pulmones. Pero ves como te mira Akashi y sabes que es mejor hacerle caso si no quieres volver a iniciar una pelea. Suspiras, aprietas los puños y vuelves a correr, esta vez a tu propio ritmo, sin prisas, dando vueltas a la cancha. Cuando llevas ya diez minutos sientes como te empiezan a temblar las piernas y tu respiración empieza a ser superficial. Tu resistencia física es una mierda. Aminoras el ritmo hasta que empiezas a hacer marcha atlética y dejas de correr en el sentido estricto del término.

KnB y tú.// Kise Ryouta x Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora